Opinión

VENGANZA

Ojo por ojo y diente por diente' es un aforismo que hacen suyo los judíos. Incluso era considerada una respuesta necesaria para un cumplimiento correcto de su Ley, que consideraban dada por Dios. Con esta práctica, adquiere suma importancia la justicia vindicativa. Le dan también un sentido religioso.


En ciertas situaciones parece que la reacción de venganza es casi instintiva y espontánea: 'quien las hace, las paga'. Se considera, en ocasiones, un elemento eficaz de defensa personal. Se pone por delante un amparo difícilmente recusable: ¡es justo!, apostillan. Y se quedan tan tranquilos.


Normalmente, a la venganza la carga el rencor, el odio. Hace su aparición el rechazo contundente. Crece imparablamente la autovaloración (la 'autohipervaloración'); y decrece sin medida el aprecio por las otras personas.


Quien actúa por venganza considera enemigas a las personas de las que se venga. Busca hacerles daño, y no repara en medios hasta lograrlo. Suele utilizar la mentira, que convierte con frecuencia en calumnia. Desacredita sin consideración. Es despiadado hasta buscar la aniquilación.


A veces estas actitudes y comportamientos se encubren hábilmente con la apariencia magnificada de sus razones. Se hacen expertos en justificaciones que propalan ampliamente por adelantado.


La venganza es una verdadera carcoma para la relación humana, para la sociedad. Mata el espíritu de quien la practica. Cuando anida en grupos poderosos, acaba por arruinar a cuantos se dejan atrapar paralizados por el miedo. ¿Conoce Ud. casos de utilización de la venganza?


Yo entiendo que hay una sola medicina eficaz: 'vence el mal a fuerza de bien'

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