La paz es humus insustituible para el sostenimiento, el crecimiento y la maduración progresiva de las personas. No podemos ser felices sin un ambiente real de una paz fecunda. La relación humana constructiva es imposible sin el alimento vigoroso de una paz efectiva.
La paz nace en el interior de la persona y se realiza en el desarrollo expresivo de su existencia.
La paz da sentido a las energías humanas que dinamizan armoniosamente la vitalidad de los grupos.
La paz supera los efectos devastadores de las agresiones y cura las heridas mortales de la disgregación venenosa.
¿Qué pasa cuando no paramos de 'mordernos' sin piedad unos a otros? ¿Cuál es el resultado de tantas agresividades fomentadas sin límites? ¿Qué logramos con tanto insulto inmisericorde e impune?
¿Hemos pensado en la sociedad que estamos construyendo con estas actitudes y estas acciones negativas? ¿Hemos pensado en la herencia que vamos a dejar para nuestros nietos?
¿Qué buscamos con la expansión de semejantes antivalores? ¡No podemos seguir por la senda del 'vale todo'!
El futuro se logrará en la medidada que sustituyamos el 'unos contra otros' o, peor aún el 'todos contra todos', por 'unos con otros' ... para bien de todos..
¿Nos tomamos en serio nuestro presente? ¿Nos tomamos en serio nuestro futuro?¿Nos tomamos en serio la Paz? ¿Nos tomamos en serio la vida?
