Contento, satisfacción, sentimiento que produce en alguien un suceso favorable o la obtención de algo que deseaba. Euforia, estado de ánimo del que se siente bien en la vida. Alborozo, júbilo, regocijo.
La alegría es, pues, un sentimiento complejo que tiene mucho que ver con la placidez íntima. Asienta en el ánimo distendido. Fecunda en profundidad las sensaciones. Tonifica el interior de la persona. Se proyecta en expresiones normalmente estimulantes.
Suele ser fruto de la consecución de bienes apetecidos, coronación de esfuerzos bien orientados, resultado de aspiraciones logradas, disfrute de regalos recibidos o de las propias conquistas. La mayor alegría la disfrutamos cuando la compartimos.
¿Podemos decir que la alegría es tónica de nuestra existencia? ¿Predomina en nuestro interior? ¿Es característica de nuestra familia, de nuestro grupo, de nuestro ambiente? ¿Podemos alcanzar una verdadera calidad de vida sin esta energía humanizadora?
Casi es ya un tópico el afirmar que los gallegos somos muy llorones. ¿Se quiere decir con ello que no proyectamos suficientemente nuestras alegrías? ¿Significa que somos un pueblo triste? ¿Viene a indicar que solamente nos reconocemos motivos de lamentación?
La alegría está estrechamente relacionada con la fiesta. Y puede suceder que nuestras fiestas sean un poco superficiales. Sin embargo, muchas de ellas se hacen para reflejar el espíritu festivo de nuestra historia. El ambiente, los encuentros, la propia celebración como tal, expresan mucho más que un pasajero momento de ocio.
Solemos fijarnos en lo negativo: la limitación, el defecto, el fallo, lo que va mal... Y nos pasa desapercibido el inmenso caudal de lo positivo que somos, tenemos y hacemos. ¿Cómo va entonces a germinar, florecer y fructificar la auténtica alegría?
Y, sin embargo, la alegría es un alimento insustituible. En la alegría profunda cuaja la constancia en el esfuerzo, la riqueza en las relaciones, el estímulo en nuestra voluntad positiva, la superación en las dificultades... el gozo de vivir la fiesta de la Vida.
