Los datos del Puerto son bastante más de fiar que el CIS como "termómetro" de la economía viguesa. Y lo que dice da para pensar. Septiembre ha anotado un desplome de las cifras de actividad, al caer casi un 11 por ciento sobre el mismo período del pasado año. Es mucho, más cuando en los dos anteriores meses ya se habían visto señales de que 2018, que comenzó muy bien, parece haberse torcido. Eso mismo ocurrió en 2008, el año en que todo se vino abajo: tras un 2007 espectacular, los primeros meses parecían seguir la misma línea, con un ligero descenso, que se fue haciendo más prolongado a medida que pasaron los meses. El resto es conocido. La autopista también comenzaba a recortar el tráfico y esas fueron las dos primeros avisos de que el mundo se nos venía encima. Diez años más tarde quizá no sea así, pero hay advertencias de desaceleración, entre ellas en la automoción, que es clave para la Muy Leal. Decisiones equivocadas pueden acabar convirtiendo un asunto puntual en una enfermedad mortal. Continuará...
