Opinión

Pilis: una lógica condecoración

Soy de los que opinan que lo que más honra a un pueblo es reconocer los valores que muchos de ese mismo pueblo, a lo largo de los años, han luchado y manifestado, desgastándose con su ejemplo positivo y luchando en bien de la sociedad. Es muy cierto, y lo hemos dicho aquí varias veces, que en este Ourense tan plagado de inmensas cualidades, muchas veces nos olvidamos de reconocer esos valores y esas actitudes en bien del mismo pueblo, alabando lo ajeno y olvidando lo propio. Son incontables los personajes ourensanos que merecen ese público reconocimiento para que la posteridad lo valore, aprecie y reconozca.
Sin duda alguna, en las citas que voy a dejar aquí se me van a quedar muchos en el anonimato, por lo que pido mil perdones a personas e instituciones. De aquí han salido para distintas profesiones mil y una personas que en todo el mundo han dejado muy alto el nombre de Ourense. Añadan ustedes muchos más, a cuantos en América, Europa o aquí han brillado a gran altura, empresarial o económica. Comenzando por Cesáreo González, Barreiros, Franqueira, Adolfo Domínguez, Roberto Verinno, “as pulpeiras” de Arcos y muchísimos más.
Quisiera hoy aquí recordar a los afiladores, que siguen siendo santo y seña de esta provincia y la gloria de Nogueira de Ramuín. Y a ellos quisiera añadir el barallete. ¿Qué hace la cultura ourensana y gallega por cultivar y promocionar esta lengua?
La Diputación y Ourense en general pretende reconocer la figura de José Luis Outeiriño. Con justicia y merecimiento. La provincia está llamada a hacer justicia y reconocer a esta familia que mucho más allá de un siglo está presente. Sin ningún rubor habremos de reconocer que la historia de Ourense nada sería sin la presencia diaria de este periódico. La Región está en las mismas esencias del pueblo ourensano. Un periódico totalmente ourensano y testigo diario del acontecer de la provincia. 
Desde el sacerdote Agustín Mosquera, que puso la primera piedra, hasta la familia Outeiriño, que fue perfeccionando la idea primero en la calle Quiroga Palacios (hoy Alejandro Outeiriño) hasta llegar al Polígono de San Cibrao. Ha sido toda una familia luchando en el empeño en momentos difíciles también para que los ourensanos estuviésemos informados. Pero toda la familia Outeiriño luchó al unísono, incluso con La Región Internacional y distintas revistas o la promoción de la estación de montaña de Manzaneda.
Nuestro querido y llorado Pilis se merece todo el honor. Muchas veces se movió en la utopía renovando maquinarias e incluso lugares de emisión. Y por estas páginas hemos pasado y pasamos cantidad incontable de personajes de la vida ourensana, de distintas ideologías, sin olvidarnos de los grandes como Otero Pedrayo, Risco, Cuevillas y otros más de la Xeración Nos. En estas páginas han dejado su firma personas de toda ideología y creencia, haciendo así un periódico plural. Esto honra a los Outeiriño.
Por todo ello me sumo de buen grado a este merecidísimo reconocimiento en el que con toda justicia podemos colocar a la familia Outeiriño, sin olvidarnos de don Ricardo, don Alejandro o Maribel, que recordó diariamente la historia de este pueblo, sus gentes y su mismo ser, y el resto de toda una saga ourensana.
Sinceramente creo que honra a la Diputación su empeño en este intento.

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