Opinión

Muerte de la clase media

Un informe del Instituto McKinsey Global de los Estados Unidos dice que desde la generación de nuestros padres los ingresos de la clase media mundial no solo está estancada pero en vías de deterioro. El estudio revela que el 70% de las familias en 25 de las economías avanzadas han visto como su calidad de vida ha bajado en la última década. ¿Pero quienes son la clase media mundial? ¿Existe una diferencia entre países dependiendo del sistema político, ejemplo de derechas o izquierdas? Muy por encima de las ideas y declaraciones de los ‘progres’, los derechos de los trabajadores, la igualdad, la conservación del estado de bienestar y un sin fin de reclamaciones a mantener los derechos sociales conquistados en las últimas décadas, la base fundamental de cualquier economía de un país desarrollado y democrático depende del porcentaje de ciudadanía que figura en las estadísticas como ‘clase media’. Si ésta está amenazada, está en peligro el consumo y todos los puestos de trabajo relacionados. 
El consumo es la rueda del molino que alimenta a su vez a las arcas del estado gracias a los impuestos de los contribuyentes. ¿Pero qué significa ser de la clase media? ¿Qué atributos hay que presentar para la definición de este sector de la población? Pensemos en la situación de España donde hay que centrarse en la situación que aún existe, aunque a la baja, de un elevado porcentaje de desempleados que sin duda afecta considerablemente a las estadísticas llegado el momento de identificar a la clase media. 
Hay que comenzar con las familias que suelen llegar a fin de mes después de pagar los gastos elementales como la hipoteca o el alquiler, la comida, el préstamo del coche y los gastos generales, ejemplo la electricidad, el agua y los impuestos si es que toca esta lotería. ¿Pero a fin de mes, que les queda de poder adquisitivo? ¿Si después de pagar estos gastos quieren ir de vacaciones y la cuenta bancaria está al límite, siguen siendo considerados como clase media? Otro ejemplo; supongamos que son una familia en donde trabajan ambos conyugues, tienen dos niños a su cuidado y aun así pueden darse el lujo de pertenecer a algún club de tenis o de golf, ir un par de semanas de vacaciones. ¿Deben ser considerados al igual que el ejemplo anterior? ¡Pues no, porque estos ya son de la clase media ‘casi’ alta! Pasemos a un nivel aun superior. 
Otra familia, supongamos de profesionales, además de los privilegios antes mencionados son dueños de un yate de lujo y mandan sus hijos a colegios privados. ¿Son estos de clase media alta? Se dan cuenta de que estamos hablando de un abanico de ciudadanos ‘pudientes’ de distintos niveles pero que inyectan capital a la economía de consumo que a su vez crea puestos de trabajo a millones de trabajadores. España es un país que ha adoptado el sistema capitalista, guste o no guste, sino fuese así no existiría la Bolsa de Valores ni la Banca privada. Un sistema totalitario como Corea del Norte o Cuba son ejemplos de todo lo contrario. Dentro del sistema capitalista existen leyes que protegen al bienestar social como son la educación y la sanidad gratis. Al mismo tiempo fomenta el libre comercio. 
El resultado es debería ser un balance entre lo privado y lo público pero siempre apoyado por las clases medias que son el pilar de la economía. El informe americano concluye que independientemente de las opiniones individuales la situación es un nuevo reto al progreso del mundo civilizado.

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