Leo las noticias de los escándalos de juergas en No, 10 Downing St., domicilio del primer ministro Boris Johnson que están ocurriendo en mi país, el Reino Unido y pienso si no es un problema mas profundo de antaño que comenzó hace ya unas cuantas décadas del siglo pasado. No hablemos de las Memorias Históricas de reyes y reinas, pero concentremos en el siglo XX/XXI, o sea lo de tiempos contemporáneos. Quizás el primero que viene a la mente era el famoso caso del Rey Eduardo VIII en el año 1936 cuando comenzó una relación amorosa con una señora norteamericana, Bessie Wallis, 2 veces divorciada que gracias al escandalo tuvo que abdicar del trono dejando paso a su hermano Jorge VI padre de la actual reina de Inglaterra. Comienza la II Guerra Mundial y el escándalo se olvida. Vuelve la paz, la recuperación y el reconcilio. Surge el caso del amor entre la Princesa Margarita, hermana de la actual reina y el piloto, casado, de la RAF, Peter Townsend. Ocurrió en el año 1952 y una vez más, era la situación de una relación imposible. Dejemos a un lado los monárquicos y pasemos a lo civil, en concreto el famoso caso Profumo.
Fue un notable escándalo político que tuvo lugar en el Reino Unido durante 1963, que recibió su nombre del apellido del entonces ministro de guerra británico, John Profumo. Estalló después de haber trascendido que el ministro había tenido una breve relación con una corista de nombre Christine Keeler, quien aparentemente había tenido encuentros íntimos con un conocido espía soviético, de nombre Yevgeny Ivanov. Luego el mismo Profumo mentiría sobre el hecho cuando fue interrogado oficialmente por la Cámara de los Comunes. Profumo tuvo que renunciar y dañó gravemente la reputación del gobierno del entonces primer ministro Harold Macmillan, quien habría de renunciar tan sólo unos meses después "debido a problemas de salud". En 1973 la historia se repite. El ministro de defensa del gobierno conservador, Lord Lambton es arrestado por estar involucrado con prostitutas en su despacho. Luego esta el caso en los mismos años del secretario general del partido liberal, Jeremy Thorpe que era gay. Fue arrestado por supuestamente haber planeado un frustrado asesinato de su amante Norman Scott. Mataron al perro. Tuvo que renunciar su cargo. ¿Pero a que vienen todas estas historias sórdidas sobre la Gran Bretaña se preguntaran dilectos leyentes/as? Os explicare. Pasemos al panorama actual, o por lo menos desde la última década - antes de la pandemia - de este siglo. Hace tiempo que nos visitan británicos que generalmente son de lo mas educado y disfrutan de lo que siempre ha ofrecido este país en términos turísticos. Pero hubo hace unos años, grupos de energúmenos que viajaban en vuelos chárter a las costas del sol con el simpe objetivo de vivir del sexo y la bebida.
Volviendo a lo que esta ocurriendo en estos momentos en el Reino Unido, tenemos un primer ministro degenerado, juerguista, no se sabe cuantos niños tiene con varias mujeres, pero lo peor es que se ha convertido en un mentiroso más que nada porque por fin los detalles de la propaganda que culmino con el famoso referéndum en el 2016 de optar por el divorcio de la Unión Europea era un completo BLUF. Por último, tenemos el actual caso del Príncipe Andrés, hijo de la Reina, acusado de perversión sexual en los Estados Unidos. Este culebrón acaba de comenzar.’
Fue un notable escándalo político que tuvo lugar en el Reino Unido durante 1963, que recibió su nombre del apellido del entonces ministro de guerra británico, John Profumo. Estalló después de haber trascendido que el ministro había tenido una breve relación con una corista de nombre Christine Keeler, quien aparentemente había tenido encuentros íntimos con un conocido espía soviético, de nombre Yevgeny Ivanov. Luego el mismo Profumo mentiría sobre el hecho cuando fue interrogado oficialmente por la Cámara de los Comunes. Profumo tuvo que renunciar y dañó gravemente la reputación del gobierno del entonces primer ministro Harold Macmillan, quien habría de renunciar tan sólo unos meses después "debido a problemas de salud". En 1973 la historia se repite. El ministro de defensa del gobierno conservador, Lord Lambton es arrestado por estar involucrado con prostitutas en su despacho. Luego esta el caso en los mismos años del secretario general del partido liberal, Jeremy Thorpe que era gay. Fue arrestado por supuestamente haber planeado un frustrado asesinato de su amante Norman Scott. Mataron al perro. Tuvo que renunciar su cargo. ¿Pero a que vienen todas estas historias sórdidas sobre la Gran Bretaña se preguntaran dilectos leyentes/as? Os explicare. Pasemos al panorama actual, o por lo menos desde la última década - antes de la pandemia - de este siglo. Hace tiempo que nos visitan británicos que generalmente son de lo mas educado y disfrutan de lo que siempre ha ofrecido este país en términos turísticos. Pero hubo hace unos años, grupos de energúmenos que viajaban en vuelos chárter a las costas del sol con el simpe objetivo de vivir del sexo y la bebida.
Volviendo a lo que esta ocurriendo en estos momentos en el Reino Unido, tenemos un primer ministro degenerado, juerguista, no se sabe cuantos niños tiene con varias mujeres, pero lo peor es que se ha convertido en un mentiroso más que nada porque por fin los detalles de la propaganda que culmino con el famoso referéndum en el 2016 de optar por el divorcio de la Unión Europea era un completo BLUF. Por último, tenemos el actual caso del Príncipe Andrés, hijo de la Reina, acusado de perversión sexual en los Estados Unidos. Este culebrón acaba de comenzar.’
