Opinión

Feijóo, más cerca de Moncloa

Tras el debate de ayer con Pedro Sánchez, Alberto Núñez Feijóo está más cerca de la Moncloa. Media España pudo ver a un político sereno que con solvencia, sentido del humor y buenas formas desarbolaba las embestidas de un Pedro Sánchez que compareció nervioso y con un discurso que en algunos momentos parecía errático.
Como cuando se empeñó en contar la historia de que había sido Aznar quien había comprado los tres "Falcon" que el Ejército del Aire tiene a disposición de las autoridades del Estado. Todo para no contestar a la pregunta de por qué utilizaba uno de ellos para realizar viajes de partido o particulares. A Sánchez se le vio nervioso durante buena parte del debate, la flema de su contrincante le desarmó. Y su sentido del humor. Los espectadores pudimos ver en Núñez Feijóo a un hombre tranquilo que guardaba silencio y dejaba que Sánchez se liara. Sánchez se empecinó en identificar a Feijóo con Abascal, el líder de Vox, pero el líder del PP le recordó sus pactos con Bildu y ERC emplazándole a romper con la servidumbre de los extremos comprometiéndose a respetar que gobernara la lista más votada.
Sánchez no respondió pero quedó claro que sí los números lo permitieran repetiría sus pactos con Podemos (ahora Sumar), ERC, Bildu y el resto del polinomio que en la pasada legislatura dio pie al gobierno Frankenstein. Feijóo aprovechó la ocasión para pedir un voto de mayoría. Era un mensaje lanzado hacia los votantes de Vox que antes lo fueron del PP. También apeló a los socialistas descontentos con el sanchismo.
En cada una de las ocasiones en las que Sánchez trataba de identificar a Feijóo con Abascal para reprochar las erráticas posiciones de Vox en materia de igualdad, Feijóo le recordó una y otra vez el fiasco de la ley del "solo sí es sí" que ha permitido la excarcelación de más de cien delincuentes sexuales y rebajas de penas a más de mil.
Sánchez, nervioso, contraía la mandíbula en un gesto que delataba impotencia. Pero fiel a lo que ha venido siendo su discurso de estos últimos años ,negaba la mayor. Hasta el punto de negar qué de manera unilateral, sin consultar al Parlamento ni hablar con el jefe de la oposición dio en su día un volantazo modificando la política española tradicional sobre el Sahara para secundar la posición de Marruecos. En resumen: Feijóo ganó el debate. Estuvo mejor de lo que se esperaba y Sánchez quedó muy por debajo de las expectativas que habían creado sus colaboradores, que confiaban en el resultado del cara a cara para remontar y darle la vuelta a las encuestas que llevan semanas señalando al PP como primera fuerza. Pero Pedro Sánchez desaprovechó su bala de plata.

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