Opinión

IBI y ejecuciones hipotecarias

Me preocupa un posible incremento del IBI en los ayuntamientos en un contexto de debilidad económica de las familias. Los tipos impositivos para los IBI son elevados, por lo que es necesario aliviar y reducir la presión recaudatoria a  las familias, reduciendo el IBI un 10% y manteniéndolo congelado los próximos años no aplicando la actualización.
Y esto lo manifiesto porque el ministerio de Hacienda prevé la actualización al alza de los valores catastrales el próximo año tal y como recogen los presupuestos generales del estado del 2015.Se debe recordar que el artículo 32.2 del texto refundido de la ley del catastro inmobiliario contempla que las leyes de presupuestos generales puedan actualizar los valores catastrales de los inmuebles urbanos mediante la aplicación de coeficientes en función del año de entrada en vigor de la correspondiente ponencia de valores total. Pero dicho esto, la revisión al alza del valor catastral de los inmuebles acaba siempre afectando al bolsillo de los ciudadanos cuando pagan el impuesto sobre bienes inmuebles (ibi). Tributo que grava los bienes inmuebles y que deben pagarlo las personas que sean propietarias o usufructuarias de una vivienda.
Recordar también que el ibi se regula en función del valor catastral fijado por el ministerio de Hacienda –según el valor del suelo y el valor de la construcción– y de las ordenanzas fiscales de cada ayuntamiento, que fija sus tipos impositivos y las bonificaciones aplicables.
En definitiva bajo mi criterio, se debería tener en cuenta una reducción del IBI del 10% para aliviar la maltrecha economía de las familias, autónomos y Pymes .
 A mayores ,exponer que en los  últimos años he defendido que se establecieran modificaciones en la actual ley hipotecaria  así como la implantación de la dación en pago sin carácter retroactivo, porque constataba en el ejercicio de mi profesión tremendas injusticias que se estaban cometiendo al amparo de una ley desfasada y que no respondía a la sangrante actualidad económica y social que vivimos. 
Ni siquiera el nivel máximo del euríbor en 2008, cuando superó el 5% fue el motivo de los impagos de los créditos hipotecarios. Las familias españoles dejaron de pagar la hipoteca de sus viviendas, devaluadas más de un 30%, cuando la crisis económica trajo la lacra del paro. Es en ese momento, cuando ahogadas por las deudas y sin prestación social alguna cuando empezaron a reclamar la dación en pago.
La dación en pago debe flexibilizar las condiciones para poder saldar la hipoteca con la entrega de la vivienda, de forma que más personas puedan evitar el lanzamiento de su vivienda con esta norma, y si eso sucediera, el banco deberá permitir por tres años al deudor el alquiler de su antigua vivienda .De relevancia es que los jueces tengan potestad para reducir las deudas que les quedan pendientes a las familias desahuciadas si el banco obtiene una plusvalía al vender la vivienda, así como la implantación de la reestructuración de deuda con un periodo de carencia de cuatro años. 
Y por ultimo solicitar la anulación de las cláusula suelo y techo en las hipotecas. Es una injusticia que un euríbor en mínimos no repercuta sobre muchas economías familiares. Estas cláusulas deberían prohibirse en futuros contratos y eliminarse en todos los demás. Y quien debe exigirlo es el Banco de España, porque la decisión del Supremo deja en manos del juez interpretar si ha habido abuso y este es mas que evidente .Empecemos  el nuevo año acabando con las desigualdades sociales .

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