Más que como un presidente se ha comportado durante todo su mandato como un contable rácano y tramposo, obsesionado en que le saliesen sus propias cuentas aunque ello supusiese llevar a una situación límite la economía gallega. El Consello de Contas y en concreto un exconselleiro de Economía de su propio partido, ha acabado por desmantelar la última máscara de Feijóo, la que utiliza para hacerse pasar por un responsable gestor del dinero público. Las empresas proveedoras de la Xunta sabían ya de la costumbre del presidente de presumir de pagador mientras ocultaba facturas en un cajón. Pero la mayoría no decían ni mu, por si acaso, porque saben como se las gasta: el que abre la boca no cobra. Ahora lo certifica el Consello de Contas. La Xunta de Galicia de Feijóo ha ocultado facturas por valor de 400 millones de euros en un solo ejercicio. Y lo que no se sabe.
