Opinión

Unos presupuestos excepcionales, para un momento excepcional

Es indiscutible qué la realidad que conocíamos ha cambiado. Ni la forma de trabajar, ni la educación de nuestras hijas e hijos, ni siquiera la forma de saludarnos ha permanecido inalterable frente a la pandemia que atravesamos. Desde los pequeños gestos cotidianos hasta las grandes decisiones vitales han tenido que ser readaptados a las nuevas circunstancias. Las prioridades individuales y colectivas, en muchos casos, ya no son las mismas. La España de 2020, no es la España de 2019 y, mucho menos, la España de 2018.  

Si las necesidades y los desafíos han cambiado ¿Por qué hemos de utilizar instrumentos obsoletos para enfrentarnos a ellos? En la actualidad, los Presupuestos vigentes en España datan de 2018 y, desde ese año, se han prorrogado dos veces. Una tercera prórroga significaría, además de un fracaso para el sistema democrático de este país, no poder responder de forma efectiva a las necesarias grandes transformaciones inaplazables en nuestro país. El modelo de Estado que demandan los ciudadanos, más social, igualitario y competitivo, no debe ser aplazado.  

El Gobierno de España ha aprobado esta semana el anteproyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado para 2021, iniciando así su tramitación en el Congreso. Se trata de unos presupuestos excepcionales por cuanto no solo materializa soluciones para enfrentar la crisis del COVID-19, si no que permite impulsar las grandes transformaciones necesarias para fomentar una economía más competitiva y social a largo plazo. La actuación en ámbitos estratégicos de futuro se materializa en medidas efectivas para aumentar la productividad de nuestra economía, la reducción del desempleo, la inversión en capital humano y tecnológico, la digitalización o la transición ecológica, la cohesión social o territorial, siendo de aplicación en todos los ámbitos territoriales: local, autonómico y central. Todo ello, dentro del marco de política fiscal trazado por la Unión Europea, bajo la activación de la cláusula general de salvaguarda del Pacto de Estabilidad y Crecimiento.

Para ello, se movilizará la mayor inversión social de la historia de España: 239.765 millones de euros, incluyendo 27.000 millones procedentes de la Unión Europea. Estos fondos se destinarán a la consecución de tres objetivos primordiales. El primero de ellos es la reconstrucción económica y social para salir, a la mayor brevedad posible, de la crisis causada por la pandemia. De esta forma, se revalorizarán las pensiones entre un 0,9-1,8%, la prestación del Ingreso Mínimo Vital alcanzará los 3.017 millones de euros, se aumentarán un 59% los fondos para combatir la pobreza infantil y proteger a las familias más vulnerables, se subirán un 0,9% los sueldos de los empleados públicos y dependencia recibirá la mayor financiación de la historia un 34% más. El segundo objetivo es la modernización de nuestro modelo productivo, relanzando la economía española hacia un crecimiento sostenible e inclusivo basado en la innovación y la tecnología. Para ello crecerá un 80% los fondos para la I+D+I y se elevará hasta los 70.000 millones de euros para el Plan España Digital 2025 y hasta los 11.935 millones de euros para ejecutar políticas verdes que apuesten por la transición ecológica. Además, las políticas de industria y energía subirán 5.690 millones de euros, mientras que las ayudas al comercio, el turismo y las pymes se reforzarán con más de 1.300 millones de euros. El tercer objetivo es el fortalecimiento del Estado de Bienestar, que se canalizará a través de un aumento del 70% de las partidas de servicios sociales. En los Presupuestos de 2021 se aumentarán los fondos para sanidad un 75,3%, para educación un 70% y la mayor partida para becas de la historia 2.090 millones de euros. Además, política de vivienda aumentará un 25% y desempleo contará con 4.100 millones de euros más, mientras que fomento del empleo subirá cerca de un 30%.

Esta cantidad de recursos sin precedentes mejorará la calidad de vida de las españolas y españoles y establecerá la transición hacia una economía competitiva a largo plazo. Son los presupuestos de país para la reconstrucción y transformación de nuestro sistema productivo, pero sobre todo son los presupuestos de las personas. Para que nadie se quede atrás. Un proyecto para el que es necesario un gran apoyo de los Grupos Parlamentarios. Se apela, pues, a la responsabilidad y al sentido de Estado. Desde el Grupo Parlamentario Socialista nuestro compromiso es firme con la unidad para llegar a amplios consensos en beneficio de todos los ciudadanos. España necesita estos presupuestos. Unos Presupuestos del 2021 para la ciudadanía del 2021.

(*) Diputada Socialista en el Congreso de los Diputados Doctora en Economía de la Universidad de Vigo.
 

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