Opinión

Hacia una nueva movilidad sostenible, digital e inteligente

La transición ecológica y digital están dotando de una nueva dimensión a la economia. Recientemente, la Comisión Europea, en el marco del Pacto Verde Europeo, ha dado un paso al frente para avanzar en la plena descarbonización de la economia. A partir de 2035 no se venderán coches a combustión. Esto crea un nuevo escenario en la industria de la automoción: o se apuesta por los vehículos eléctricos o la industria desaparecerá. Por ello, es tan importante el Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) del vehículo eléctrico y conectado aprobado por el Gobierno de España. 

Impulsar la recuperación y la reindustrialización es un objetivo acertado, pero aún lo es más si se apuesta por sectores de futuro que aporten mayor valor añadido a la economía española. Esto es lo que está poniendo en práctica el Ejecutivo. Además, la aceleración del proceso de digitalización que ha traído la pandemia debe ser aprovechado para transformar nuestra economía hacia un escenario más competitivo. Todo ello se recoge en el primer PERTE centrado en el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado.

No debemos olvidar que España es el segundo fabricante europeo de automóviles (y el noveno mundial) y que en todo su territorio se localizan 17 plantas, siendo la situada en Vigo y su área metropolitana una de las más productivas a nivel mundial. Por ello, apostar por el sector de la automoción es garantizar el mantenimiento de un número elevado de empleos y de empresas. Y no sólo se trata de garantizar, si no de crecer y mejorar. Con este plan se prevé elevar la contribución al PIB del sector automovilístico de un 1% a un 1,7% y crear hasta 142.000 nuevos puestos de trabajo a nivel nacional.

El cambio de paradigma de un vehículo a combustión a un vehículo eléctrico y poco contaminante es algo más que un proceso económico. Las implicaciones sociales y medioambientales deben ser, y serán, aprovechadas para potenciar otros aspectos como la cualificación y recualificación de los empleados y empleadas y potenciar el empleo juvenil. Para ello se realizarán programas de formación para las personas trabajadoras del sector y se crearán nuevos programas de FP. 

Todas estas medidas estarán financiadas con una inversión total de 24.000 millones de euros. Hay un aspecto muy relevante en este hecho. La inversión pública será de 4.295 millones de euros, procedentes en su mayor parte de los fondos europeos, pero es que la inversión privada aumenta con creces esta aportación llegando hasta los 19.000 millones de euros. Esta última cifra refleja la gran implicación del sector privado en este proyecto. Y lo que hace una efectiva colaboración y coordinación público-privada es llevar a buen puerto los proyectos comunes. 

En definitiva, promover el vehículo eléctrico y conectado no es sólo crear un modelo de movilidad más sostenible, si no que significa más y mejores empleos, más y mejor cuidado medioambiental, más y mejor promoción de la digitalización y, más y mejor crecimiento económico. Más y mejor futuro para todos y todas.

* Portavoz Socialista de Transformación Digital en Congreso Diputados y Doctora en economía y 
empresa Universidad de Vigo
 

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