Opinión

Becas: garantía de igualdad de oportunidades

Todos tienen derecho a la educación”. Este es el punto primero del art. 27 de la Constitución española. La rotundidad de esta afirmación nos muestra la importancia de garantizar el derecho de todos a la educación. De ello se deriva la posibilidad de formar a una ciudadanía crítica, autónoma y preparada para los retos, que no son pocos, que nos aguardan en el siglo XXI. Ninguna circunstancia debe impedir el acceso a la educación. Ninguna. Tampoco la falta de recursos económicos.

La crisis del coronavirus ha cambiado el escenario económico y social al que nos enfrentamos. Apenas han pasado seis meses desde el comienzo de la pandemia, pero han sido suficientes para saber que estamos ante un nuevo paradigma, no solo sanitario o económico, sino también educativo. Nuestros jovenes acaban de regresar a las aulas y las inquietudes de madres, padres, alumnado y profesorado no son pocas, pero al menos, la previsión y la eficacia del Gobierno de España ha resuelto una muy importante: la financiación de los estudios.

La ministra de educación, Isabel Celaá, anunciaba en mayo la aprobación de un incremento del 22,6% de los presupuestos para becas en el curso 2020/21, el mayor en diez años. ¿Cuánto supone este aumento? 207 millones de euros más en becas no universitarias y 179 millones de euros más en becas de grado y máster, un incremento total de 386 millones de euros. Pero dejando de lado las cifras económicas, que sí son importantes, aún lo son más sus beneficios sociales en términos de equidad.

A diferencia del modelo Wert del PP, el nuevo sistema de becas se basa en criterios actualizados y contrastados garantizando un reparto equitativo de los fondos. De esta forma se beneficiarán más de 625.000 estudiantes, de los que 372.000 son no universitarios. Algunas medidas de la reforma son la corrección de la infravaloración del umbral 1 de renta, el más bajo, que perjudicaba a las familias que más lo necesitaban, junto a la ausencia de progresividad que existe para los tres umbrales de renta. Esto se traduce en que más de 70.000 estudiantes universitarios pasarán del umbral 2 al 1 y que se duplicarán el número de becas universitarias completas (matrícula + manutención y alojamiento) pasando 89.376 a 175.945 alumnos. Además, con los nuevos requisitos, es necesario un aprobado, aumentará la inversión en estudiantes con diversidad funcional y 6.200 alumnos y alumnas de bachillerato y formación profesional accederán por primera vez a una beca.

Estos hitos definen un sistema de becas más equitativo, progresivo y social, materializando una apuesta firme por la educación de calidad y el talento desde el Gobierno de España. La falta de recursos económicos, acentuada por la crisis del coronavirus, no puede derivar en un desperdicio de talento. Garantizar la cohesión social y la igualdad de oportunidades es un deber para los que creemos en el Estado de Bienestar. Con o sin coronavirus le debemos a los más jóvenes la oportunidad de formarse y crecer personal y profesionalmente. No les fallemos.

(*) Diputada Socialista en el Congreso de los Diputados Doctora en Economía de la Universidad de Vigo.

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