La Policía lo ha advertido, también los fiscales y los jueces: Resistencia Galega puede ser un grupúsculo pero no es una broma. RG tiene una estructura formada por un núcleo activo muy radical y violento que busca armas y que ha ido incrementando sus acciones. La última, en el Concello de Beade, pudo haber terminado en tragedia. Pero ocurrirá: nadie lleva armas si no es para usarlas, no digamos explosivos. Galicia parece tener ahora el triste honor de contar con el único grupo terrorista en activo de toda Europa tras la 'congelación' de ETA.
Todo esto deberían saberlo Xosé Manuel Beiras, persona inteligente que vive sus últimos años políticos empeñado en desdecirse a sí mismo. El Beiras que centró al BNG y lo llevó de una formación minúscula y sin representación hasta convertirse en la segunda fuerza gallega parece esfumarse a cada palabra suya en la calle, en los medios y en el Parlamento de Galicia, que ha convertido en una suerte de patio de colegio. Podría tener alguna gracia si no fuera que nada de lo que dice sobre Resistencia Galega, que parece proteger, es una broma.
