Opinión

manifestaciones: en crisis y sin ella

Los datos policiales son claros: en 2012, pese a la fuerte carga de tensión social y laboral por la crisis, hubo un número de manifestaciones similar al de 2007, cuando todo parecía posible, el precio de los pisos subía y subía y el paro apuntaba hacia una pesadilla del pasado. En 2007, 670 protestas en las calles; en 2012 hubo 657 hasta el 1 de diciembre y algunas más hasta finales de año. Por tanto, la conclusión no puede ser otra: en Vigo es igual cómo esté el panorama económico, porque la conflictividad está ahí de forma permanente y aflora sin cesar. Esta es una ciudad compleja y así hay que tomarla, con sus múltiples aristas y la enorme dificultad de articular un proyecto común que le daría un impulso definitivo.

En cuanto a la asistencia a las manifestaciones, destaca la huelga general de noviembre, que finalizó con una concentración monumental en As Travesas, donde los organizadores se desbocaron en sus cálculos, lo que entra dentro de la lógica, pero también lo hizo la Policía Local, lo que resulta más llamativo, aunque no del todo novedoso. En la movilización convocada por Abel Caballero contra la fusión de las cajas -que luego apoyó al considerar una absorción, garantizando además todos los puestos de trabajo- el alcalde dijo que había 300.000 personas en la calle. Al día siguiente, redujo la cifra a 88.000. Que tampoco era cierta. Había unas 30.000 personas como máximo. Y no eran pocos. En realidad, echando un vistazo a la historia se descubre que siempre los números están inflados, y como ejemplo la marcha por la liberación de Miguel Ángel Blanco, donde según la Policía había 400.000 personas. Imposible: Vigo tiene unos 300.000 residentes y evidentemente no estaban todos los vecinos. Quizá aquel día hubo 100.000 vigueses en las calles, pero no más. Un número similar se concentró como repulsa tras el brutal atentado del 11-M. Fueron ambas protestas por acciones terroristas, y por tanto, con mayor capacidad de unir a personas de todo tipo de tendencias políticas y sociales.

Te puede interesar