Opinión

ayudas y más ayudas

Abel Caballero cambió algo las formas -algo menos bruscas de lo que suele, quizá por jugaba fuera de casa- pero mantuvo el discurso de fondo: ayudas, ayudas y ayudas, aunque se percibe una ligera variación en la música: en lugar de exigir subvenciones públicas -que también- pareció poner más el acento en que se supriman en todas las ciudades -incluyendo Oporto, a ver cómo se fuerza al Gobierno portugués- y dejar que cada terminal compita libremente. Si esa es su auténtica idea, no puedo estar más de acuerdo: ni un euro para aerolíneas que montan rutas que nunca se consolidan. También lo estoy en que la Xunta no puede financiar a Lavacolla y por tanto, sería 'casus belli' que se ampliara de cualquier forma el convenio que mantiene la Administración gallega con Ryanair, que ha distorsionado por completo el panorama y obligado -en definitiva- a gastar más dinero para reequilibrar. De este dislate no se escapa Caballero, quien ha sido el primero en tirar millones para una ruta con Londres que no se sostiene ni resulta clave para Vigo.

Quiero suponer que esta ligera pero relevante modificación es fruto de la aritmética electoral: como el alcalde sabe que no tiene votos en la Corporación para dar dinero a la aerolínea que quiera -que es lo que desea- tiene que jugar otro papel. O quizá no sea nada de esto. AENA puede hacer su plan, una buena idea, pero eso no resolverá más que una parte del problema.

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