Cartas al director

El hombre y la mujer

Sé que es políticamente incorrecto manifestar discrepancia en este tema, pero es un asunto de plena actualidad y tan importante que bien merece dedicarle algunas cuantas  líneas.
Hace pocos días hemos visto publicados en el País Vasco y Navarra unos carteles con publicidad de la ideología de género que muestran dibujos de niños desnudos, con el texto: “Hay niñas con pene y niños con vulva”. En cada órgano de nuestro cuerpo se pueden presentar anomalías que pueden requerir atención médica, también en los órganos genitales.
Pero las anomalías no se pueden presentar como base de ninguna ideología. La ideología de género, sin ningún  fundamento científico, entre otras cosas, difumina las diferencias entre los sexos, lo cual introduce un resbaladizo desorden en las relaciones humanas al cuestionar la reciprocidad natural del hombre y la mujer.
Es muy respetable que cada cual tenga sus opiniones y sus creencias, pero sostener afirmaciones contrarias a las leyes de la biología es un asunto peligroso.
Y que el Estado teóricamente aconfesional, en la práctica, a través de leyes, planes de educación, etc. imponga a todos una ideología concreta que no tolera discrepancias es un abuso de poder que rompe un principio básico de la democracia: la neutralidad ideológica del Estado.