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Vigo salva a la cerdita ‘Montgó’

Patricia, con “Montgó”, junto a las veterinarias del centro vigués, donde fue operada.
photo_camera Patricia, con “Montgó”, junto a las veterinarias del centro vigués, donde fue operada.

Un ejemplar vietnamita de 3 meses, rescatado en Alicante, fue trasladado a la ciudad para someterse a una operación, tras recibir un disparo. Los veterinarios le extrajeron el perdigón que le causó una lesión vertebral

La historia de ‘Montgó’ comenzó a mediados del mes pasado cuando Patricia Brú, una profesora de esquí alpino que paseaba en bicicleta por el municipio alicantino de Xàbia se encontró con un grupo numeroso de cerdos vitnamitas asilvestrados.  La mujer se fijó en un cachorro, una cerdita  de tres mes de edad, que se encontraba junto a su madre y  que arrastraba las dos patas traseras.
Cuando Patricia fue informada por quienes recogían los animales de que la cerdita sería la primera en ser sacrificada por ser la más débil, decidió rescatarla. Pensó que sus lesiones procedían de un cepo o  un accidente o un  atropello pero nunca se imaginó que hubiera sido disparada con una escopeta de aire comprimido. Tras realizar llamadas de emergencia a distintas protectoras y organismos de acogida de todo el territorio nacional  sólo recibió una respuesta positiva procedente del Santuario Vacaloura, en Santiago de Compostela. Allí, Inés y su compañero se ofrecían a acoger al  animal.
La propia Patricia organizó un traslado de urgencia hasta Vigo, donde se encuentra la veterinaria Esther Carpintero, que colabora con el santuario. En un viaje sin descanso, de más mil kilómetros,  ‘Montgó’, que así fue bautizada en honor al pico del Montgó de Xàbia, llegaba a la ciudad. Tras realizarle diversas pruebas se detectó que la razón por la que no podía mover las patas traseras era una lesión en la columna vertebral provocada por un proyectil de baja velocidad que tenía alojado el animal entre dos vértebras.
Tras una tiempo de espera, ‘Montgó’ fue operada hace unos días en una clínica  de Vigo. Según explicó a este diario la veterinaria Esther Carpintero, “la operación fue muy delicada pero salió muy bien”. A pesar del éxito de la intervención, todavía es pronto para saber si la cerdita podrá llegar a caminar de nuevo, “al llevar el proyectil alojado tiempo, las lesiones ya estaban ahí, así que no podemos saber exactamente el alcance de las mismas, aún podría haber riesgo de quedarse paralítica”.Sin embargo, las previsiones son optimistas. “Una de las patitas ya la va moviendo gracias a la rehabilitación”, asegura la veterinaria. Afirma que, pese a que ha tenido que realizar otras operaciones con lesiones más graves, reconoce que “nunca hubiera pensado que fueran provocadas por el ser humano, porque alguien pudiera disparar a una cría”. De no haber intervenido al animal, “habría muerto”.n 

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