La victoria del bloque de derechas, la falta de mayoría de Susana Díaz y la aparición de Vox son las claves de un resultado electoral que sorprendió a oriundos del sur en tierras viguesas
La Casa de Andalucía en Vigo acoge algo más de cien familias asociadas, la mayoría del sur de España. Este sábado celebraron los 38 años la institución en Vigo y se despidieron sin imaginarse el resultado de las elecciones autonómicas que al día siguiente decidían el futuro de su comunidad, tal y como confiesa su presidenta, María Josefa Villar: “Después de la fiesta nos despedimos confiando un resultado normal, ni siquiera quedamos para verlo juntos”. Villar se confiesa “consternada” con el resultado, que achaca a la alta abstención. “Los cambios están bien para que los políticos no se apoltronen en sus asientos, pero esto supone un giro de 180 grados”. Le alarma la llegada de Vox con un incremento en los votos que no sabría explicar: “Puede que la migración haya tenido algo que ver; Andalucía es la zona más castigada por la llegada de inmigrantes y aunque en nuestra tierra siempre se ha emigrado y a esta gente hay que ayudarles, algunos no ven bien que a ellos se les dé lo que se les niega al propio pueblo”.
Manuel Pineda, del Puerto de Santa María, es miembro de la Casa de Andalucía. Lleva, al igual que Josefa, más de 30 años en Vigo. Comparte la sorpresa ante el resultado de los comicios: “Esperaba un descenso del PSOE en porcentaje, pero no algo tan radical”. Es partidario del cambio en el Gobierno de la Junta, aunque no se muestra muy confiado: “Espero que sea para bien, pero será algo traumático porque llevaban muchos años en el poder y no se esperaba nadie que saliesen así”. A Pineda no le asusta la llegada de Vox: “Es una agrupación nueva, no hay nada que temer, creo que en España ya aguantamos de todo”.
Juan Pons se afincó en Nigrán hace una década. Para él, el giro ideológico tiene una explicación: “No me lo esperaba, pero sí es cierto que hay un sector de la población muy de derechas en Andalucía y existía un gran descontento con el PSOE por temas de corrupción, estaba claro que Ciudadanos iba a subir, lo de Vox ya me cogió más de sorpresa”. Admite que conoce a bastante gente que apoyó a la agrupación de Abascal y Francisco Serrano: “Son los votantes naturales del PP, en Andalucía hay un sector conservador que no entendió la gestión con Cataluña; además los partidos tradicionales tuvieron mucho desgaste y en el fondo, el relevo también es sano”. Aunque su entorno considera este resultado como algo puntual, Pons opina que “es el comienzo de una tendencia”.
Marcos Plazuelo, de Granada, lleva tres años en Nigrán. Al estar fuera, no se preocupó por conocer el programa electoral de cada partido. Tampoco se esperaba este resultado y lo ha desconcertado: “Soy más de izquierdas, por lo que me preocupa cómo va a afectar esta subida de Vox en los servicios públicos”. Considera que puede haber varias causas para su despegue: “Se habla de un reflejo por la desidia del tema independentista o de la presión migratoria, pero veo un poco de hipocresía en el apoyo a Vox que ganó en El Ejido, donde las empresas dependen de la mano de obra extranjera”.
María Josefa Villar.
“Estoy consternada, los cambios están bien para que no se apoltronen, pero esto supone un giro de 180 grados”
Manuel Pineda.
“Vox es una agrupación nueva, no hay nada que temer, creo que en españa ya aguantamos de todo”
Juan Pons.
“Existía un gran descontento con el psoe por temas de corrupción, estaba claro que ciudadanos iba a subir”
Marcos Plazuelo.
“Veo hipocresía en el apoyo a vox, que ganó en el ejido, donde las empresas dependen de la mano de obra extranjera”
Cerca de cuatro décadas en Vigo
La Casa de Andalucía celebró este sábado 38 años con sede en la ciudad. Tiene 107 carnés de socios, entre familiares e individuales, con una importante presencia de extremeños. Desde su presidencia, marcan tres puntos de atracción para los andaluces hacia la ciudad de Vigo: la actividad portuaria, la escuela de peritos (actualmente ingeniería industrial) y la apertura de El Corte Inglés, que “desplazó a muchos empleados de Sevilla”.
