La decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de seguir al frente del Ejecutivo español “con más fuerza si cabe” centró ayer el debate en toda España y, concretamente, en Vigo. Un debate en el que, si bien hay posturas completamente enfrentadas, todos comparten la misma preocupación: el estado actual de la política española.
El alcalde Abel Caballero fue claro y afirmó que “la democracia se abrió paso una vez más” y que “la decisión de Pedro Sánchez de continuar arrincona y pone en evidencia a los calumniadores y a los que intenta destruir al adversario”. El regidor vigués hizo hincapié en el “punto y aparte” mencionado por el presidente: “A partir de ahora ya no se va a poder calumniar y que no pase nada, a los calumniadores los tenemos que denunciar de forma continua”.
La delegada de la Xunta en Vigo y presidenta interina del PP vigués, Ana Ortiz, criticó el “sainete vivido en los últimos días” y manifestó que “nuestra ciudad no puede esperar a los vaivenes y caprichos de un presidente a la deriva”, recordando proyectos como la Salida Suro la Biblioteca del Estado, ya que “Vigo necesita certezas”.
Por su parte, Xabier P. Igrexas, portavoz municipal del BNG, señaló que “é difícil acreditar que o PSOE só reparase agora na existencia da violencia política e do lawfare”, pero hizo hincapié en que esta situación acabe fructificando en “efectivizar os compromisos que o PSOE asumiu coas forzas da esquerda soberanista”, ya que “son precisas e cada vez máis urxentes políticas verdadeiramente transformadoras que permitan avances reais”.
En el mundo empresarial, tanto el secretario general de Asime, Enrique Mallón, como el presidente de ARVI, Javier Touza, muestran su preocupación por la actual situación de polarización. “Pediría a los dirigentes políticos un poco de tranquilidad y sosiego para centrarnos en los temas que en este momento preocupan a la ciudadanía”, expresa Touza, mientras que Mallón llama a la “estabilidad” para que pueda haber “políticas claras de apoyo a las empresas y la innovación”. Javier Garrido, presidente de Aproin, manifiesta su preocupación por la “mala imagen internacional” y espera que “la situación se reconduzca pronto”.
En cuanto al movimiento sindical, Alberte Gonçalves de la CIG, pone el foco “non na decisión de Sánchez de continuar, senón de que políticas quere poñer en marcha” y Amelia Pérez, de CCOO, expresó su preocupación por “la situación de acoso y derribo en la que se ha insaltado la ultraderecha”.
