ASALTO AL BANCO EN O CALVARIO

"Fue un milagro que no hubiera más muertos; Vanessa dijo algo y murió"

"no llevábamos los chalecos porque todo fue muy rápido y nadie sabía que el atracador estaba dentro de la oficina"

n n n Según el relato policial, la rehén escapó cuando empezó a disparar a Vanessa y Vicente, "y logró escapar hacia nosotros, donde estábamos. Se metió en el banco y vimos que estaba herida. Fue todo muy rápido, no sé como se libró sólo con un disparo en el brazo. Fue un milagro". En ese momento se dieron ya cuenta del estado de sus compañeros. "Vimos a Vanessa cuando cayó. Él -"El escayolista"- había vaciado el cargador y estaba fulminado. Nos acercamos a Vicente y nos dijo que tenía dos impactos, Vanessa nos dijo que 'a mí también me dio' y ya nada más. No llegó a caerse al suelo, la recogimos y vimos que tenía una herida en el pecho, y sin chaleco ese disparo era mortal. Vicente sangraba por dos agujeros en el cuerpo".
Sobre la protección, señalan con claridad lo mismo que el informe policial: "Ninguno de los cuatro llevaba chaleco, los teníamos en los coches. Nos íbamos para casa, nos llamaron en Comisaría y salimos, pero tardamos, cómo íbamos a esperar que estuviera dentro, no lo esperábamos. Fuimos los primeros… terrible. Al llegar al banco no vimos nada extraño, todo estaba tranquilo, sin coches en doble fila y entonces vimos que salía, casi de casualidad, porque mi compañero lo vio detrás de la columna. Si lo encañonamos, nos mata, eso nos salvó, a cuatro metros no fallaba". 
Los policías aseguran que a Vanessa no la hubieran  matado si llevara chaleco, ya que son capaces de detener balas de armas 9 parabellum, como la que llevaba el atracador. "Vicente no habría recibido los impactos y Vanessa tampoco. No sabíamos que estaba dentro, los atracos duraban un minuto como mucho, ¿cómo íbamos a pensar que estuviera dentro? Es impensable. Teníamos el chaleco en el coche, Vicente tenía uno propio, pero no lo llevaba puesto ese día". 

LOS DÍAS DESPUÉS
Tras lo ocurrido, los policías estuvieron de baja pero han decidido regresar porque reconocen que se encuentran peor sin acudir a su puesto para recuperar la normalidad. Les dieron tranquilizantes para dormir, "porque de noche era muy duro, una muerte y otro  muy grave" y el propio Vicente Alló volverá de inmediato. Concluyen que Vanesa tuvo mala suerte por el tiro en la arteria. Y que un minuto esperando por la ambulancia parecen dos horas. "Pensábamos que Vicente se moría allí mismo".

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