Pese a la aportación muy inferior a la media de lluvia, la situación de los dos embalses de Vigo está controlada y a día de hoy Augas de Galicia mantiene ambos, Eiras y Zamáns, en su máximo nivel, al 100 por cien.
No es normal: en invierno, la Xunta, que gestiona las dos presas, suele dejar una amplia zona de reserva para evitar que una riada acabe provocando un desastre. Sin embargo, en vista de las pocas lluvias, Augas de Galicia ha optado por mantener el nivel al máximo para garantizar el suminstro para Vigo y su área al menos hasta después del verano incluso en las peores circunstancias.
No obstante, la conselleira de Infraestructuras y Movilidad, Ethel Vázquez, instaba esta semana al Ministerio para la Transición Ecológica a desbloquear cuanto antes el convenio de colaboración con la Xunta y el Ayuntamiento de Vigo para conseguir “una solución acordada y conjunta” que garantice el abastecimiento de agua a la ciudad y a todo su entorno. “Esperamos que sea antes de las elecciones porque es un asunto que nos urge”, insistió.
Las tres partes acordaron el pasado mes de octubre firmar un convenio de colaboración para realizar conjuntamente un estudio de alternativas para dar solución definitiva a los problemas estructurales del sistema de abastecimiento del área sur de la provincia: bombeo desde el Miño o ampliar Eiras son dos de las opciones.
Recordó que resulta imprescindible estar preparados para afrontar situaciones de ausencia prolongada de precipitaciones como la que se vivió Vigo entre los años 2016 y 2017. Una situación que la conselleira calificó de “preocupante” y que evidenció la necesidad de adoptar “medidas preventivas de calado” que nos permitan estar preparados". n
