Marta Bernárdez es una de las matronas que asiste partos en domicilios en Vigo. Ella y su compañera llevan cinco años realizando esta asistencia con una media de entre 11 y 17 alumbramientos anuales. Según asegura, desconoce las circunstancias en las que se produjo el caso ocurrido el lunes ya que no lo atendieron ellas, pero afirma que “en nuestro caso, no atendemos alumbramientos cuando el bebé viene de nalgas. En estas situaciones ayudamos a las parejas a buscar otras alternativas. Nosotras no nos sentimos preparadas ni cómodas pero puede que otros profesionales sí”. Explica que como matrona, tiene una formación sanitaria y que durante todo el proceso del embarazo “se tiene vigilancia sobre la madre y el bebé, y el seguimiento médico que realizan”.
Otra cosa son las doulas o acompañantes, “desconozco qué tipo de formación poseen”, asegura e incide en que “atendemos embarazos de bajo riesgo y si hay alguna incidencia ésta no suele ser grave por lo que hay tiempo de margen para acudir al hospital”. Sostiene que “soy partidaria de que cada mujer es libre de elegir dónde y con quién parir” y que estudios en Reino Unido corroboran que en embarazos sin riesgo la tasa de incidencia en casa y en hospital es similar.
Por su parte, este diario contactó con Lucía, una miembro de la Fundación Eomaia que negó ser doula, y aunque dicha fundación defiende esta práctica rechazó hacer declaraciones, “creo que no es el momento”, afirmó.n
