Galicia se asienta en Miami con plaza propia y el cruceiro más alto del mundo

Inauguración de la Plaza Galicia que preside el gran cruceiro.
photo_camera Inauguración de la Plaza Galicia que preside el gran cruceiro.
La cofradía Galegos Forever ha conseguido crear este espacio para acercar Galicia a EEUU

Galicia ya tiene hueco propio en Miami. Este sábado se inauguró la Plaza Galicia, una iniciativa de la cofradía Galegos Forever. En esa plaza destaca el cruceiro Xacobeo, el más alto del mundo con sus 8 metros y 79 centímetros de altura. Junto a él luce un mojón en el que se indica el inicio de un nuevo tramo del Camino Xacobeo, de Las Américas a Santiago de Compostela, en concreto el Km 6.640.

 

 

Esta majestuosa pieza fue ideada, diseñada y trasladada por el empresario y presidente de la Asociación de Empresarios Gallegos y Profesionales de Estados Unidos, José Manuel Brandariz y esculpida por el escultor Santiago Besada. En la cruz, el Cristo cuelga de un sudario situado bajo sus axilas, también aparecen dos hombres: Nicodemo y Juan de Arimatea y a los pies de Cristo está San Juan. La Virgen María y María Magdalena se sitúan a sus pies. 

En el capitel están esculpidos cuatro ángeles que sostienen la cruz. El fuste tiene un diámetro de 25 centímetros y en él están tallados los mapas de Galicia, Cuba y La Florida además, contiene las figuras del Peregrino Xacobeo, Juan Ponce de León, La Virgen de la Caridad del Cobre y Santiago Apóstol. En el pedestal hay labradas varias conchas, símbolo del Camino de Santiago y en el dado están esculpidos los escudos de Galicia, España, Estados Unidos y Miami.

Cortan la cinta para inaugurar de manera oficial el espacio.
Cortan la cinta para inaugurar de manera oficial el espacio.

Dos años se tardó en conseguir los permisos necesarios para su colocación. Fue clave la intervención de gallegos radicados en la ciudad del sol, como Carlos Vasallo, Rodolfo Hinrichs, José Manuel Losada, el cubano de origen gallego Alejandro Esperon y el arquitecto Lazaro Blanco. La instalación estuvo a cargo del vigués radicado en Miami, Rodolfo Hinrichs, que contó con ayuda de José Manuel Belsol y la participación de Vasallo y el comisario de la ciudad Joe Carollo en la parte logística. A quienes se sumaron Juan José Casais y Roberto Llanes que fue quien se ocupó de hacer el traslado del cruceiro de Galicia a Miami. 

 

 

En definitiva, más de 50 gallegos de Miami ayudaron a costear la obra y toda la logística. Los nombres de todos ellos están esculpidos en la base del cruceiro.  

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