La Iglesia de San Francisco de Tui inauguró ayer el retablo del altar mayor, rehabilitado con fon-dos de gestión del Xacobeo y con la colaboración de los feligreses, que aportaron 18.000 euros de los 48.000 presupuestados para la reforma.
El retablo, de estilo barroco, tiene 270 años de historia y es la obra más importante de todo el conjunto artístico de la Iglesia de San Francisco, construida en 1728, informa el párroco Agustín Sobral, que explica que la construcción del retablo data del año 1739. Asimismo, el cura explica que el nombre de la iglesia de da a que pertenecía al antiguo convento franciscano, hoy convertido en Seminario Menor, aunque, recalca, es una iglesia que hace honor a Santo Antonio.
El retablo, de estilo barroco, tiene 270 años de historia y es la obra más importante de todo el conjunto artístico de San Francisco, informa el párroco, Agustín Sobral
Las obras comenzaron en septiembre del año pasado con un plazo de ejecución de dos meses con el objetivo de devolver al retablo, detalle a detalle, su aspecto original. La rehabilitación pasó por varias fases en las que los técnicos descubrieron una pintura escondida atrás del antiguo mantón de terciopelo rojo que fondeaba la imagen de Cristo. La pintura estaba desgastada, aunque se pudo observar que el cortinón atado por las esquinas que dibujaban las líneas, por lo que se decidió retirar el mantón y restaurar el antiguo dibujo. Para recuperar el patrimonio, los técnicos dividieron los trabajos en cuatro etapas. Cata de eliminación del repinte, cata de limpieza, reintegración volumétrica y reintegración cromática, además de la desinfección, ya que el retablo, gastado por el tiempo, tenía los anclajes oxidados y estaba infestado de insectos que a lo largo de los años destruyeron la estructura. Don Agustín considera que todo el esfuerzo ha valido la pena, por lo que ayer se declaraba satisfecho.
El retablo, de estilo barroco, tiene 270 años de historia y es la obra más importante de todo el conjunto artístico de San Francisco, informa el párroco, Agustín Sobral
Las obras comenzaron en septiembre del año pasado con un plazo de ejecución de dos meses con el objetivo de devolver al retablo, detalle a detalle, su aspecto original. La rehabilitación pasó por varias fases en las que los técnicos descubrieron una pintura escondida atrás del antiguo mantón de terciopelo rojo que fondeaba la imagen de Cristo. La pintura estaba desgastada, aunque se pudo observar que el cortinón atado por las esquinas que dibujaban las líneas, por lo que se decidió retirar el mantón y restaurar el antiguo dibujo. Para recuperar el patrimonio, los técnicos dividieron los trabajos en cuatro etapas. Cata de eliminación del repinte, cata de limpieza, reintegración volumétrica y reintegración cromática, además de la desinfección, ya que el retablo, gastado por el tiempo, tenía los anclajes oxidados y estaba infestado de insectos que a lo largo de los años destruyeron la estructura. Don Agustín considera que todo el esfuerzo ha valido la pena, por lo que ayer se declaraba satisfecho.
