La comunidad energética de Tameiga, ya con tres instalaciones

La nave de la empresa Baygar, en Monte Faquiña, la primera con la instalación fotovoltaica de la comunidad energética.
photo_camera La nave de la empresa Baygar, en Monte Faquiña, la primera con la instalación fotovoltaica de la comunidad energética.
Los comuneros alquilan las naves y se reservan el uso de los tejados para colocar placas solares, que llevarán energía a 400 familias. Ya tienen varias funcionando en interno

La Comunidad Energética de Tameiga, en Mos, ya tiene listas tres instalaciones de placas solares fotovoltaicas para llevar energía verde a más de 400 familias y a empresas. Una de las instalaciones está en la cubierta del vivero de empresas de Monte Faquiña, con 90 kilovatios ya instalados; otra en la nave que ocupa la empresa de venta y alquiler de maquinaria Baygar, con otros 90 kilovatios, además de 25 kilovatios del centro cultural.

“Estamos con dos instalaciones esperando desde hace dos años para poder conectarnos a la red, aunque ya están funcionando en interno, con el consumo de las empresas que están allí instaladas”, explica Gonzalo Pérez, coordinador de la Comunidad de Montes de Tameiga, impulsora de la comunidad energética. Se trata de sacar rendimiento a las cubiertas del polígono industrial de Monte Faquiña, del que es titular, con más de 20 naves industriales. La comunidad alquila las naves y se reserva el uso de los tejados.

A ellas se suman los 25 kilovatios instalados en el centro cultural, “que se va a duplicar. Ya tenemos tres o cuatro tejados susceptibles de la instalación por su orientación”.
La implantación será progresiva. Su objetivo en tres o cuatro años es ir instalando paneles fotovoltaicos en las cubiertas de las naves para generar energía y llevar al menos 1 kilovatio a cada casa de las más de 400 familias que integran la comunidad de montes.

La experiencia comunitaria y energética no es nueva para ellos, porque gestionan su biomasa desde hace años: “Llevamos madera a los vecinos para sus calderas y en ese análisis nos dimos cuenta de que todo lo que pedía Europa, en relación al cambio de modelo, nosotros ya lo estábamos haciendo”, explica Gonzalo Pérez, que precisa que “los altos consumos en el centro cultural nos llevaron a este camino, aunque las comunidades energéticas están arrancando lentamente”, añade.

La comunidad energética de Tameiga fue incluida en el programa europeo “Energy Communities Repository”, uno de los 25 proyectos en Europa que recibieron asistencia técnica presencial para llevarlo adelante. La empresa Ecooo Energía Ciudadana visitó la parroquia para definir los trabajos.

 La comunidad energética de Tameiga está planteada a largo plazo y podría llegar a instalar entre 4.000 y 5.000 kWp (kilovatio pico, que mide la capacidad máxima de generación de energía eléctrica de una instalación solar bajo condiciones ideales) en las cubiertas de las naves de Monte Faquiña, cantidad equivalente al consumo anual de más de 1.600 hogares.

Para la Comunidad de Montes de Tameiga, este proyecto responde a la necesidad de transformar el sector energético actual, haciendo protagonistas a los consumidores, que ahora también se convertirán en productores de su propia energía. El objetivo de la entidad comunera con este proyecto es fortalecer el tejido social y económico del territorio, mientras se disminuye la huella de carbono.

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