La automoción evita Vigo para instalarse en favor de Portugal

Recreación del laboratorio de CTAG y ISQ en Monçao. // ISQCTAG
photo_camera Recreación del laboratorio de CTAG y ISQ en Monçao. // ISQCTAG

El Centro Tecnológico de Automoción de Galicia abrirá un laboratorio para el coche eléctrico en Monçao. El último fabricante en implantarse en la comarca fue SNOP en 2012

La multinacional francesa SNOP fue el último gran fabricante del sector de la automoción que se instaló en la comarca de Vigo. Fue hace más de una década, concretamente en 2012 cuando estrenó la producción en Porto do Molle, Nigrán, para suministrar a la fábrica de Stellantis Vigo (entonces, PSA). Con la excepción de Dangel, que se instaló en Bouzas en 2020 para transformar vehículos en 4x4, en Galicia no se implantó ninguna empresa de grandes dimensiones. En Portugal, sí. 

El Centro Tecnológico de Automoción de Galicia (CTAG), con sede en O Porriño, levantará en el complejo industrial Minho Park, en Monçao, dos laboratorios para el ensayo de coches eléctricos e híbridos. Así lo hizo público hace unos días la ‘joint venture’ creada entre CTAG y la lusa ISQ, que avanza que contará con unas modernas instalaciones de 2.000 metros cuadrados para integrar los laboratorios, ópticas, celdas y módulos de baterías.

La china CALB eligió también al país vecino para levantar una gigafactoría de baterías de litio que ya cuenta con el permiso medioambiental. Será en Sines, donde invertirá 2.000 millones y prevé una creación de 1.800 empleos directos. La firma logística viguesa Maviva, ahora en manos de Ferrovial, y el fabricante de componentes Lear, con fábricas en Vigo y Porriño, abrieron en los últimos años plantas en Mangualde. La antigua Dalphi, hoy ZF, abrió un centro de innovación e ingeniería en Ponte de Lima; la francesa Eurocast se implantó en Viana do Castelo y en Aveiro; la india Sakthi, en el municipio de Águeda; y la multinacional de neumáticos Continental amplió su planta lusa de Lousado.

De BMW a Mitshubishi y BYD

Vigo optó en los últimos años a acoger a varios fabricantes automovilísticos, pero todos fueron intentos frustrados. El último, el de la china BYD para levantar su primera fábrica de baterías en Europa a la que optaba la Plisan y que finalmente se llevó Hungría. Años antes, la comarca viguesa lo intentó con la japonesa Mitshubishi y con BMW, que no salieron adelante. La china Chery acaba de elegir Barcelona, en la antigua Nissan, para su primera factoría automovolística europea. Stellantis optó por Zaragoza, en lugar de Vigo, para su primera fábrica de baterías en España (aún sin anunciar oficialmente).

La comarca podría tener una nueva oportunidad con la también china MG, que apunta a nuestro país para levantar una fábrica. “Llevamos años con síntomas de agotamiento en la automoción”, indica UGT, que cifra en cerca de una veintena las compañías que se localizaron en Portugal en la última década. El sindicato hace un llamamiento a la Xunta para que adopte medidas y reclama a las empresas que “sacrifiquen parte de sus márgenes de beneficios para apuntalar el sector en Galicia”.

La automoción gallega invirtió el año pasado apenas 132 millones de euros y el cluster Ceaga achaca este frenazo al contexto de incertidumbre por la electrificación, la competencia de países 'low cost' y la resolución del Perte del vehículo eléctrico por el que espera Stellantis Vigo. La factoría aspira a una nueva plataforma industrial que supondría una inversión de unos 600 millones en Balaídos.

Benteler, con planta en Valladares, invirtió 20 millones en una nueva fábrica en Mos en 2019. Otras empresas del sector también invirtieron en sus instalaciones en la comarca, pero ningún fabricante nuevo de automoción se instaló en Vigo en los últimos 12 años.

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