El pasado día 4 de diciembre, tres jugadores del filial del Barça debutaron con el primer equipo en el duelo de Liga Asobal con el Teucro en el Palau: el alemán Juri Knorr, el senegalés de nacionalidad española Mamadou Lamine y el vigués Álex Pascual. Su apellido delata el devenir vital de su padre, Xavier Pascual 'Pasqui', que le hizo nacer y crecer en la ciudad viguesa, aunque sea ya un barcelonés más. "Es un sueño hecho realidad, poder debutar en el Palau y en el equipo con el que siempre he soñado", dijo justo tras un partido en el que le marcó seis goles de ocho lanzamientos a otro vigués como Jorge García Lloria. Y aclaró que Pasqui, entrenador del primer equipo culé, "fuera del Barça y fuera del Palau es mi padre, pero una vez que entramos aquí, él es el entrenador del Barça y yo un extremo que quiere hacerlo lo mejor posible".
"No por ser quien es ha llegado ahí. Al contrario, tienes que demostrar un poco más. Es nuestro capitán en el Plata, nuestra alma", relata Roi Sánchez, quien prácticamente lo vio "casi nacer. Recuerdo ir a visitarlo al Xeral con dos añitos cuando tuvo una meningitis. Y jugando con una pelota que era más grande que él". Porque los primeros pasos en el balonmano los dio Álex en el Octavio con los benjamines cuando apenas tenía cuatro años. Después, mudanza a Barcelona, coqueteos con la portería –como su padre– pero en el fútbol y apuesta definitiva por el balonmano como extremo. "El año pasado era juvenil y ya lo teníamos en el Plata. Jugó mucho y fue al Europeo con España como titular indiscutible. Tiene un nivel muy alto. Este año está jugando muy, muy bien en Plata: entre los máximos goleadores, ayudando mucho a nivel defensivo en el avanzado. Porque es muy listo. Es un jugador igual no muy físico pero con inteligencia, pelea y tiene buena mano", comenta su entrenador. Y añade para acabar de definirlo que es "un extremo de complexión fuerte. No tiene un gran salto, no es el más rápido pero tiene una inteligencia en la pista que le hace subsanar algunas carencias físicas. Eso y el carácter. Se pega hasta con su padre o con su entrenador".
