Después de sellar la clasificación para la fase final de la Copa del Rey, el pasado miércoles ante el Ademar, el Balonmán Cangas exhibió de nuevo ayer su extraordinario momento de forma para atropellar en su propia cancha al siempre complicado Bada Huesca, una victoria que le permite seguir en la pelea por la salvación directa a pesar de que su rival directo, el Cuenca, ganó también su partido ante el Puente Genil (28-27). Dos puntos siguen separando a ambos conjuntos en la clasificación.
Los de Nacho Moyano avisaron de entrada con un 0-2 y, tras un empate (7-7, min.12) con un siete metros anotado por Malo para el Bada Huesca, un parcial de 0-7 a favor de los cangueses en apenas cinco minutos empezaba a decantar el encuentro. Un recital de defensa y portería, de recuperaciones y de salidas al contragolpe. Y, cuando tocó, de saber llevar también los ataques estáticos.
Las dianas caían como mazazos en el marco oscense. Jenilson Varela martilleaba en primera línea y Mario Dorado, desde el extremo, Elcio Carvalho seguía añadiendo ladrillos a su muralla y dos pérdidas del ataque local permitían a Gayo y Dorado correr y anotar con sencillez.
Rares Fodorean ponía el concluyente 7-14 y Nolasco rompía al fin el parcial, aunque la dinámica no variaba y el dominio, arrollador por momentos, seguía siendo visitante. Los de Cangas veían puerta con asiduidad y, al llegar al descanso, el partido estaba prácticamente decidido (15-23, min.23).
En la reanudación, el Huesca logró recortar la diferencia (19-26, min.37). Pero el amago de reacción se quedó en eso porque los de Nacho Moyano se hicieron de nuevo con las riendas del duelo y, con Santi López en dos ocasiones y Thymann machacando golazo tras golazo, alcanzaron los diez de margen ya superado el ecuador del segundo acto (22-32, min.46). Luego, a manejar los tiempos.
