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El latido saludable del joven corazón céltico

La solidez demostrada por Fran Beltrán el pasado sábado en su debut en Primera vistiendo la celeste recuerda la de David Silva hace 13 años.
photo_camera La solidez demostrada por Fran Beltrán el pasado sábado en su debut en Primera vistiendo la celeste recuerda la de David Silva hace 13 años.

Borja Oubiña fue el gran referente del mediocentro del Celta en los primeros lustros del presente siglo. Su retirada oficial se produjo en 2015, aunque realmente en la última temporada ya no disputó ningún partido debido a las lesiones que frustraron, sólo en parte, su carrera. Esa última campaña oficialmente en activo, compartió vestuario con un joven serbio que se desenvolvía en su mismo puesto, Nemanja Radoja. El balcánico brilló ya en su primer año demostrando el acierto de la dirección deportiva del club, en la que se integró el exinternacional vigués nada más colgar las botas. Como parte del equipo de ojeadores, no tuvo que ver en la llegada del mentado Radoja, pero las producidas estos dos últimos años de Stanislav Lobotka y Fran Beltrán ya le cogieron en los despachos y ejerciendo de ojeador.
La gran irrupción de Lobotka el pasado curso en la liga española sorprendió al más pintado. El eslovaco venía de sobresalir en el Europeo sub-21 con su selección, pero aterrizaba desde la liga danesa sin experiencia en grandes competiciones. En la primera jornada, fue suplente por detrás, precisamente, de Radoja. La historia se repitió en la segunda jornada, pero en la tercera el internacional eslovaco ya se hizo con un sitio que no ha soltado hasta hoy en día.
Si se acertó con Radoja –pese a los problemas contractuales que le harán salir del equipo en los próximos días– y con Lobotka, la misma sensación queda con los primeros pasos de Fran Beltrán. El ex del Rayo Vallecano, con sólo 19 años, muestra condiciones suficientes como para pensar que los 8 millones pagados por él serán una buena inversión.

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