El sol brilla en las Rías Baixas tras varias semanas de lluvia. Los árboles florecen y sacan las hojas, el polen vuela y la organización de la Vig-Bay tiembla. Cada año se habla de que no llueva, de llevar huevos a Santa Clara, pero lo cierto es que el calor es la peor de las previsiones posibles para una media maratón de primavera porque, tras meses sin él, los atletas correrán a temperaturas más altas de lo que es habitual y sin tiempo para adaptar el cuerpo. Es decir, el contexto que facilita las pájaras, los desfallecimientos y las deshidrataciones.
Lo sabe Eduardo Vieira, creador y organizador del evento, además de atleta. Por ello, ayer en la presentación, se esforzó en recordar “la importancia de beber, porque hará calor”. Un llamamiento para todos los deportistas para que no opten por pasarse de ritmo porque “la peor noticia que puede existir para una organización es un accidente personal”.
Para evitarlo, la cita, que contará con más de 5.000 atletas repartidos en los 4.162 inscritos en la media maratón y en un millar (943) en la Mini Bay, contará con seis avituallamientos, seis con entrega de agua, varios con esponjas y uno para da administración de geles energéticos. Es una de las principales novedades de la cita de 2024 y desde la Vig-Bay apuntan a que “serán muy demandados”. Al número de participantes es preciso añadir medio centenar de personas en la prueba de atletismo adaptada que comenzará a las 10:20 horas, diez minutos antes que el inicio general. Su salida siempre es uno de los momentos emotivos del evento y que, además, sirve como última llamada a todos los corredores para que se sitúen en su lugar de salida.
Esta es la situación general y habrá el dispositivo de seguridad habitual que describió ayer Eduardo Vieira en la presentación del evento. Desde el puesto de mando avanzado se controlarán todas la incidencias a tiempo real y se situarán tres hospitales de campaña con siete médicos y 13 enfermeros, además de otro material de apoyo. También habrá 6 ambulancias, de las cuales, 3 con los dispositivos de UVI móvil. Un despliegue notable y, de hecho, el alcalde de Nigrán y corredor Juan González bromeó en la presentación al afirmar que “no sé si me da seguridad ante un problema o si me asusta un poco”.
Fue uno de los participantes en el acto de puesta de largo en el que también estuvo el alcalde de Baiona, Jesús Vázquez Almuíña, el concelleiro de Deportes de Vigo, Manel Fernández, y el secretario xeral para o Deporte, José Ramón Lete Lasa. Cada uno de ellos resaltó la historia de la prueba y todos ellos hicieron una mención a los problemas que puede generar el calor después de semanas de baja temperatura y lluvia. Un aspecto relevante, que tendrán en cuenta los deportistas en sus ritmos, y también la organización en lo tocante a todo el dispositivo.
Recuerdo de fallecidos
El evento de ayer también sirvió como homenaje a Luis Alcántara y Alejandro Alonso ‘Dury’, dos personas que estuvieron en la organización de la Vig-Bay en sus primeras ediciones y ya fallecidos. Eduardo Vieira los recordó y se le quebró la voz al hacerlo. De esta forma, la edición 2024 de la carrera también es en su memoria. El legado perdura.
