VAL MIñOR

El nido, en la copa de un nogal, lleva localizado más de mes y medio sin que sea retirado

Detalle de la colmena localizada en Vilariño a diez metros de altura, ayer.
photo_camera Detalle de la colmena localizada en Vilariño a diez metros de altura, ayer.

Conviviendo con el enemigo, esta es la situación en la que se encuentran los vecinos de la rúa Pombal, en la parroquia nigranesa de Vilariño. Aseguran que llevan más de mes y medio compartiendo espacio con un nido de avispa asiática que sobrepasa el metro de envergadura sin que las autoridades competentes tomen cartas en el asunto. 


Lorena Puime, propietaria de la finca en donde se encuentra el panal, explicó a este diario que comenzaron a detectar muchos ejemplares de la especie invasora en verano, aunque no fue hasta el mes de octubre cuando localizaron el avispero ya que al encontrarse en la copa de un nogal la densidad de sus hojas no permitían avistarlo. “La primera vez que lo vimos pensamos que era un saco vacío debido a sus dimensiones”, explicó. Una vez descubierta su ubicación se pusieron en contacto con agentes del Seprona y de la Policía local de Nigrán, que tras acudir a su llamada, le comunicaron que para eliminarlo era necesario servirse de una grúa al encontrarse a diez metros de altitud. Aun así la propietaria del solar también lo puso en conocimiento de la Administración a través del 012 pero también sin éxito. “Llamamos un miércoles y nos dijeron que en una semana lo eliminarían, pero de esto ya hace más de seis y otras cinco llamadas, pero no conseguimos que solucionen el problema”, explicó. 
Mientras pasa el tiempo los vecinos de la zona tratan de no acercarse demasiado al avispero “por precaución”, aunque la afectada acabó sintiendo en sus propias carnes los efectos de sus picaduras. “En un primer momento no les hice mucho caso pero pasadas unas horas la mano comenzó a hincharme por dos sitios y el dolor era bastante agudo”, explicó.  
Julio Otero, vecino puerta con puerta de Lorena, explicó que lleva viviendo de cerca los trastornos que les ocasiona las nuevas inquilinas instaladas en la rúa Pombal durante meses, ya que la poca distancia que separa su vivienda del panal le obligó a tomar una serie de cuidados aunque según añadió, “ahora con el frio están más tranquilas”. Otero también se percató a mediados de verano de la presencia de estos insectos hasta el punto de tener que servirse de un manojo de ramas para espantarlas cuando se disponía a recoger fruta de los árboles cercanos. 
La avispa asiática o vespa velutina es natural del continente asiático, entró por el suroeste de Francia en un barco de mercancías procedente de China y en 2010 se confirmó su presencia en Pirineos. Desde entonces esta especie con una gran capacidad de adaptación y muy agresiva con la especie autóctona no dejó de ganar terreno hasta llegar a la comunidad gallega (2012). Hasta el pasado mes de agosto la Administración autonómica retiró un total de 139 nidos. Desde el verano de 2013 se procedió a la eliminación de más de media docena en A Ramallosa, Baiona, Nigrán y Gondomar. También hicieron su aparición en Saiáns pero en donde más se extendieron fue en la comarca del Baixo Miño. 
Un dato alarmante para los especialistas es que en el sur de Pontevedra algunas de las colonias no hibernan y siguen trabajando en pleno invierno con total normalidad y a bajas temperaturas, un hecho que facilita su reproducción. n

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