Opinión

Trump, solo en casa

Como todo el mundo sabe y se da por descontado, si los extraterrestres invadieran la Tierra empezarían por Estados Unidos. De no ser así y si los marcianos situaran sus naves espaciales sobre otras localidades que no fueran Washington o New York, nadie en su sano juicio les tomaría en serio. De ahí al fracaso de la conquista alienígena, un pequeño paso. Por eso el Coronavirus, en su empeño por seguir ganando terreno y en el enconado propósito por demostrar que estamos lejos de vencerle se ha ido a por el líder planetario, el hombre más fuerte de la nación más poderosa, de la tierra libre y el hogar del valiente, Donald Trump. Ni compartir nombre con el pato más famoso ni su personalidad ordinaria, soez y hortera -impropia de un presidente y de un ser humano cualquiera- han despistado al Covid-19.    

El virus ha llegado hasta él como haría cualquiera que quisiera llegar a un alto cargo público o personaje relevante, a través de su asesora, contagiándola a ella primero sabiendo que Trump estaría a mascarilla destapada y sin más gel que el del baño de su despacho oval. Un gran paso para el Covid y una anécdota para el resto de la humanidad, que se toma con ironía la enfermedad del magnate americano, que además de ser antipático, ahora es asintomático.
Trump ha dicho que tanto él como la primera dama han dado positivo por coronavirus y que proceden a ponerse en cuarentena. “Saldremos de esto juntos” ha afirmado apretando la mano de su esposa que ha mantenido en presencia de su marido y de los medios el rictus hierático que destila apatía ¿hacia él? Melania, de quien se dice que soporta a su pareja porque es la mujer más positiva del mundo, ha dado positivo y deberá compartir con él su confinamiento, aunque seguramente en el ala contraria de la Casa Blanca. 

Ahora, la comunidad científica y los responsables sanitarios de todo el mundo tienen toda la atención en la evolución de la enfermedad del Presidente de USA. De cómo supere este trance dependerá mucho la lucha contra la pandemia. Si Trump sufre o tiene complicaciones importantes tal vez se haga bueno como Mister Scrooge en el Cuento de Navidad de Dickens. Si no tiene ni el más mínimo síntoma o solo le rasca un poco la garganta, nada que no se pueda aliviar con una pastilla Juanola, sálvese quien pueda. Por ahora quien más está padeciendo los efectos de la enfermedad del Presidente es su familia, que tiene que aguantarle en bata y zapatillas, si es que no le dejan “Solo en casa”, como a Macaulay Culkin. Y si le vence el Covid-19, posiblemente alguien saldrá perdiendo también, tal vez no América. O no.

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