Opinión

Nos mean y dicen que llueve

Por un momento, imagínense la mente de un político ante un problema que se le plantee a él mismo o a afecte a la ciudadanía a la que representa. Imagínensela, además, en forma de cuestionario con opciones: A/ Aplica tu criterio y resuélvelo, aunque sea sin el acuerdo de nadie; B/ Reúnete con los colectivos afectados y toma una decisión consensuada; C/ Alarga hasta el infinito el momento de afrontar el problema y espera que las cosas se calmen.
En el escenario español hemos tenido de todo tipo respuestas. Hubo quienes manteniendo una actitud competitiva tiraron adelante pasara lo que pasara, otros que intentaron llegar a consensos para actuar en consecuencia (actitud colaborativa), y aquellos que optaron por mirar a otra parte como quien no quiere la cosa hasta que la cuestión se calmase, actitud que podríamos denominar como de evitación.

Pero la actitud de evitación, o inacción, también podría decirse, es la predominante cuando se trata de nosotros, los gobernados. Apenas brotan resortes de rebeldía o desobediencia, salvo cuando quienes los activan lo hacen con causas de género ideológico desde el lado más progre y populista del gobierno. 
Durante la última década el precio del megavatio hora ha rondado los 60 euros. Durante unas semanas todo pareció derrumbarse por que llegó a alcanzar casi los 300. Parecía la mundial, pero nadie movió un dedo. La demagogia gubernamental entró en juego. No hay nada más suculento para un gobierno manipulador como un pueblo atemorizado y paralizado por la desesperanza. Un par de telediarios y tertulianos diciendo que la luz bajaba a 150 euros megavatio y todos contentos, cuando eso seguía suponiendo  una subida inasumible del 150%. Nos meaban y decían que llovía. Hoy, con un frío de cojones, el megavatio está a 326 euros. Y recuerden, la bonificación de 20 céntimos en el precio de la gasolina y el diesel finaliza el 30 de diciembre. Con la bonificación incluida, el diesel está un 48% más caro que hace un año. Lo han vuelto a hacer, nos anestesian con una bonificación de 20 céntimos por litro y nos tragamos mansamente una subida del 48%.

¿Somos un pueblo indefenso, resignado y sin esperanza? ¿Nos hemos auto amputado nuestra posibilidad histórica de cambiar las cosas? ¿Vamos a conformarnos porque nos permitan elegir la salsa con la que seremos devorados? En estos días los productores agropecuarios holandeses han realizado una histórica movilización en contra el  plan oficial para cerrar 3.000 granjas para luchar supuestamente contra el cambio climático. Han decidido pasar a la acción y convertirse en actores protagonistas de su futuro. ¿Miraremos hacia Holanda o seguiremos manteniendonos en la “evitación”?
Disfruten con salud de lo votado.

Te puede interesar