Un concienzudo estudio realizado por la Cámara de Comercio ha llegado a un resultado que no por conocido deja de tener interés. Con datos concluyentes sentencia que la señalización de la ciudad es lamentable y al menos uno de cada tres paneles informativos está de adorno porque incumple su función. No es cuestión de cantidad: hay cientos, miles por todas las calles, pero en alguna ocasión me he preguntado si en el caso de ser un extraño me enteraría de algo.
Por ejemplo, resultan muy llamativas las llamadas indicando hacia 'La mejor playa del mundo' -sólo en gallego- pero sin que ningún mortal más allá de los naturales de la Ría puedan siquiera imaginar que se refieren al arenal de Rodas, en Cíes, lo que exige coger un barco cuando hay servicio. Otro aún más sangrante: la entrada a la ciudad, por la autovía, tiene como colofón un cartel instalado en Puxeiros donde sólo señala hacia Vigo en una de las tres direcciones, cuando hay varias opciones hacia distintas partes, entrando por la autopista o por el Cinturón. Y así todo.
No cuidar lo propio y más próximo da una idea del verdadero interés de los representantes de la Muy Leal más allá de hacerse fotos y gastar millones en aceras. Porque estas ciudad adolece de promoción y visibilidad. Con una pequeña parte de la inversión en calles sería suficiente para disponer de indicadores coherentes y bien colocados para facilitar las cosas a los visitantes. Después de todo, se trata de apuntalar la economía local promoviendo el turismo y fijar a Vigo en los mapas.
Pd. Joaquín Almunia aseguró hace unos meses que antes del 11 de octubre daría una solución al tax lease, crucial para Vigo. Ya es día 13.
