Es bastante probable que, salvo milagro presupuestario, nunca llegue a Vigo el AVE por la variante de Cerdedo, y gran parte del mérito, aunque no todo, se lo debemos a Magdalena Álvarez (MA), autora de grandes frases y ahora condenada a inhabilitación por su implicación directa en el caso de los ERE andaluces.
MA fue la primera ministra que designó Zapatero para Fomento, con plenos poderes para hacer y deshacer. Llegó al cargo desde la Junta de Andalucía en un momento político muy particular, con el ciclo económico alcista y una serie de compromisos acordados por la Xunta con el Ejecutivo central, lo que se denominó Plan Galicia, y que contemplaba entre otras acciones la conexión por alta velocidad con la Meseta. Incluyendo el estudio informativo para el enlace directo desde Vigo a Ourense por Cerdedo, siguiendo la propuesta realizada por los técnicos de UGT aceptada por el Concello vigués y por el Gobierno gallego.
MA dijo en Vigo que el AVE llegaría por Cerdedo en 2012 o 2013 como muy tarde y así se publicó. También añadió algo escatológico a propósito el Plan Galicia y que el AVE entraría en Ourense en 2009, lo que diez años después no se ha producido. En definitiva, acabó abandonando el Ejecutivo sin anotarse ninguna acción positiva rumbo a una jubilación de oro en el Banco Europeo de Inversiones como premio por los servicios prestados. Le sucedió José Blanco, quien intentó arreglar el entuerto como pudo a base de medias verdades y que nos dejó en Vigo como recuerdo dos estaciones: iba a ser una provisional, pero ahora ya se sabe que tampoco.
MA fue la primera ministra que designó Zapatero para Fomento, con plenos poderes para hacer y deshacer. Llegó al cargo desde la Junta de Andalucía en un momento político muy particular, con el ciclo económico alcista y una serie de compromisos acordados por la Xunta con el Ejecutivo central, lo que se denominó Plan Galicia, y que contemplaba entre otras acciones la conexión por alta velocidad con la Meseta. Incluyendo el estudio informativo para el enlace directo desde Vigo a Ourense por Cerdedo, siguiendo la propuesta realizada por los técnicos de UGT aceptada por el Concello vigués y por el Gobierno gallego.
MA dijo en Vigo que el AVE llegaría por Cerdedo en 2012 o 2013 como muy tarde y así se publicó. También añadió algo escatológico a propósito el Plan Galicia y que el AVE entraría en Ourense en 2009, lo que diez años después no se ha producido. En definitiva, acabó abandonando el Ejecutivo sin anotarse ninguna acción positiva rumbo a una jubilación de oro en el Banco Europeo de Inversiones como premio por los servicios prestados. Le sucedió José Blanco, quien intentó arreglar el entuerto como pudo a base de medias verdades y que nos dejó en Vigo como recuerdo dos estaciones: iba a ser una provisional, pero ahora ya se sabe que tampoco.
