Opinión

Marruecos, Argelia y Vigo

Dos países vecinos y enemigos entre sí, Argelia y Marruecos, en estado de guerra permanente, se han convertido en socios comerciales de Vigo gracias a sendas líneas desde Guixar con Tanger y Orán, dos ciudades que en el pasado, no tan remoto, estuvieron bajo soberanía española. Hoy son dos grandes puertos que coinciden en servir de punto de entrada y salida de sus factorías de Stellantis. Desde Vigo se envían a los dos países del Magreb piezas auto para montar en sus plantas de cara a ampliar las ventas en África, comenzando por el siempre convulso Magreb. 

Marruecos y Argelia llevan años enfrentados sin remedio por el ansia expansionista marroquí y la guerra del Sahara. España, hasta que llegó Mr PS, había conseguido mantener un cierto equilibrio que al menos permitía mantener relaciones con los dos estados, con el reino alauita por asuntos variados, desde la emigración a las frutas, y con Argelia por el gas. Como sabemos, Mr PS pasó en unas semanas de  hospitalizar en España al líder del Frente Polisario, enemigo número 1 de Marruecos, a reconocer la antigua provincia saharaui como territorio bajo el dominio de absoluto Mohamed VI. Ni Estados Unidos ni Francia llegaron tan lejos.
Pero no nos desviemos. Stellantis ha conseguido lo que no ha hecho la España de Mr PS, ser capaz de contentar a los dos países y apoyar por sus fábricas del Norte de África, de momento con Vigo sirviendo de apoyo. Es bueno. También lo hace con la factoría de Liverpool con otra tercera línea. Pero… no nos engañemos. La apuesta de Stellantis puede ser a largo plazo por continuar incrementando su producción en el Magreb y mantener o reducirla en Vigo. Nada está escrito, pero en gran parte dependerá, de nuevo, de que Mr PS apoye de verdad el sector automovilístico, que es la primera fuerza industrial en España. Y Stellantis el primer grupo. Aunque su consejero delegado, el portugués Carlos Tavares, sigue mosca con el Gobierno español.

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