Opinión

Un buen año para Vigo

Termina 2023, ¿ha sido bueno, malo, llevadero? Rotundamente bueno, en lo que se refiere a Vigo. Vamos a ver por qué.
En lo industrial. Stellantis finalizó con buenas noticias, en récord de producción y con garantías -ahora parece que sí- de que el Gobierno va a cumplir e instalará la muy alta tensión demandada desde hace años, y aprobar el Perte industrial que permitirá iniciar nuevos proyectos y modelos. Aunque nunca se puede garantizar nada, parece que la factoría seguirá en Vigo muchos años, o al menos eso se puede entender de la visita de Tavares. Falta, eso sí, la reunión con PS.

En pesca. Hubo malas noticias con la pesca industrial en Malvinas, con un descenso inesperado de calamar, pero parece una crisis superada. O Berbés se mantiene como primera lonja de Europa y hay propuestas de la comunidad portuaria y el Puerto para atraer pesca de otros lugares de Europa e incluso de Marruecos y otros puntos de África. Además, el comisario Sinkevicius, auténtico látigo de la pesca, abandona el cargo.

En turismo. La hostelería termina con cerca de un millón de alojamientos, un nuevo récord. También se ha batido, y era muy difícil, el de Cíes, con 340.000 visitantes, subiendo el total del Parque Nacional por encima del medio millón. Navidades, una vez más con miles de turistas hospedados y de paso, con mayoría de portugueses.

En demografía. La natalidad sigue cayendo y no se ve todavía el fondo, pero una buena noticia: gracias a la llegada de inmigración extranjera -5.000 personas, la mayoría de Sudamérica- Vigo ganó 1.500 habitantes con respecto a 2022, hasta volver a 295.000. Vigo se acerca a los 300.000, aunque sin llegar oficialmente.
En política, en cambio, en 2023 se ha levantado un muro. 

Te puede interesar