Opinión

Atropellos y paso de peatones

Las violencias de género no dejan de cesar y algunos de los asesinatos son escalofriantes. La ley y las autoridades luchan a diario para tratar de erradicar esta lacra machista pero siempre aparece un psicópata que tira a su pareja de género por un balcón o algún otro imbécil que se atreve a insultarla en público en una cafetería. Pronto aparece ante un juez y a ‘callar’. Pero estadísticamente el número de víctimas mortales son mínimas comparadas con los de los atropellos de peatones en el territorio nacional, especialmente en las ciudades y Vigo no se libra de este mal. 
Sin embargo las autoridades no le dan tanta importancia en tratar de erradicarla cuando uno los compara con lo que se ha hecho en contra de la violencia machista. ¿O no? Si se analiza este horror en la Muy Leal hay varios factores que tienen la culpa. Empezando con los mismos peatones que no siempre cruzan respetando la ley. Hace unos días una mujer mayor falleció arroyada por un autobús de Vitrasa cruzando en donde no debía y sin mirar. 
No es la primera vez que ocurre esto en el mismo sitio y por un autobús. Pero uno no tiene más que pasear por la ciudad y ver como una gran mayoría cruza en donde le da la gana incluso cuando tienen un paso protegido a pocos metros. Las nuevas rotondas son otro sector donde algunos imbéciles esquivan coches cruzando en diagonal en vez de usar el paso más cercano. Luego están, naturalmente los conductores que no solo saltan semáforos pero que casi nunca reducen la velocidad al ver a un peatón aproximarse a un paso de peatón. ¡Y no hablemos de las ‘moscas’, o sea los motoristas! Para estos últimos conductores, los pasos de peatones no existen. Seguimos con la multitud de obstrucciones que blindan un paso, sea un contenedor de basura, un doble aparcado o las vallas de las humizaciones. 
Hablando de estos, la ciudad sigue patas arriba con grúas, excavadoras, hormigoneras, tubos, andamios y un ejército de trabajadores. Aquí es en donde los peatones se encuentran a la intemperie buscando por donde cruzar una calle. Nuevamente los hay listillos y los hay pacientes esperando a que algún semáforo escondido les deja cruzar. Y ahora a los mismos pasos. En esta ciudad, hay de todas clases y en todo tipo de estado. Desde los más sofisticados y modernos con semáforo psicodélico como el del cruce de García Barbón y Alfonso XIII hasta otros que ya no se sabe si son o no un paso. Muchos siguen abandonados por obras sin pintar, algunos marcados a medias con la otra mitad asfaltada con cemento después de una obra acabada de cualquier manera. 
No nos engañemos, en esta ‘Cidade Fermosa’ se necesita urgentemente un plan para acondicionar y pintar a cientos de pasos que están en estado ruinoso desde hace años. Por último, pensando en el conductor del Vitrasa involucrado en el último atropello mortal. Me extraña que la plantilla de esta empresa no están todos bajo tratamientos psiquiátricos. Además de las obras, pensemos en la cantidad de veces que tienen que desviar el recorrido por la plétora de actividades de ocio que se organizan en la ciudad desde maratones, carreras de ciclistas y todo tipo de marchas que cortan el tráfico. Además de tener que aguantar las quejas de los usuarios por estos desvíos. 
Uso mucho el servicio público y puedo comentar sobre los malabarismos que hacen los conductores no solo para mantener el horario pero para aguantar todo esto. 

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