Opinión

Franco, Cataluña y las elecciones del 10-N

Cambio total de escenario electoral para el 10 de noviembre. La multitud de encuestas realizadas y publicadas en las últimas semanas son ya papel mojado. En ellas veíamos como había formaciones políticas que se hundían electoralmente, otras cotizaban al alza, mientras emergían nuevos partidos y el resto estabilizaba resultados. Pues bien, Cataluña, la repercusión de sus actos violentos, (con una desastrosa y brutal imagen cara al exterior que va pagar España en su conjunto), y un escenario político totalmente roto, pues como que modifica hasta lo imprevisible, un resultado electoral difícilmente pronosticable. Todo ello, con unos partidos independentistas totalmente divididos, al igual que la sociedad catalana. Puede pasar cualquier cosa, pero mi intuición me dice, que el anunciado paseo electoral por el Arco del Triunfo de Pedro Sánchez y su PSOE, como que se le ha ido al garete, sin paliativos. A partir de ahí, ya veremos la habilidad de las demás formaciones, -o su fracaso en discursos y estrategias erróneas-, en rentabilizar electoralmente una situación difícil y compleja a 20 días de la cita con las urnas, todo un reto para los "fontaneros" de los partidos.
Pedro Sánchez lo está empezando a ver gris-oscuro. Al final, la rentabilidad en votos que pensaba obtener por la exhumación de los restos de Franco y su cambio de sepultura, pues como que le se le diluye como un azucarillo en un café. Tanto azuzarnos con remover los episodios más oscuros y trágicos de la guerra civil de hace ochenta años para nada, y todo por culpa de los "pacíficos" radicales independentistas catalanes, los cuales le auparon, con sus votos en la moción de censura, a presidir el ejecutivo de la nación. Como decía la canción de Pedro Navaja; "sorpresas que te da la vida".
Mientras ésto sucede, nuestros pensionistas, y los que aspiramos a serlo algún día, se manifiestaron en Madrid, una vez más,  pidiendo lo que todos queremos; pensiones dignas y garantizadas con los recursos públicos. Nos dicen que cobran pensiones de miseria, que no les llega ni para comer, ni para pagar el alquiler. En Galicia tenemos 766.086 pensionistas, cuyas pensiones son las más bajas de toda España. Han trabajado toda su vida para malvivir con unos pocos cientos de euros, muchos de ellos manteniendo a sus hijos en paro, pero nuestros políticos no les escuchan, ni siquiera en periodo electoral. Ellos a lo suyo, a subirse sus sueldos públicos, contratar cuántos más asesores mejor y viajar en coches de alta gama con chofer para satisfacer sus patéticas vanidades.
Y mientras todo ésto sucede, el 23% de la población que reside en Galicia se encontró en riesgo de pobreza y exclusión social en el transcurso del año anterior. Una subida del 0,4% en la comparativa interanual, según el informe de Estado de la Pobreza en España 2019. Pero este tremendo dato de hace solo 5 días, no importa, los comercios que cierran no importan, los autónomos que desaparecen no importan...
Finalizó recordando el título de mi columna de opinión del lunes anterior: "Sembradores de Odios" como preámbulo de lo vivido estas fechas y lo que nos queda. Pues lo que ha pasado estos días es el resultado de hasta donde nos han llevado políticos irresponsables e indeseables, que en vez de contribuir a solucionar y gestionar, únicamente han alimentado la violencia extrema, con discursos populistas, agresivos verbalmente y de una mediocridad de tal calado, que se hace ya insoportable escuchar a una clase política que, en su mayor parte, ya solamente representa lo más desprestigiado, desacreditado, y lo más insufrible de nuestra sociedad. El verdadero problema son ellos mismos, y lo saben.

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