Opinión

La banca hunde y desertiza la Galicia rural

Donde creen ustedes que las entidades bancarias fusionadas, -y las que anuncian despidos de más de 4.000 empleados y cierre de 1.200 oficinas, como el Santander- van a suprimir personal y oficinas abiertas actualmente? Pues lógicamente donde existan duplicidades, en el caso de las fusionadas, y después donde existan menos clientes, demanda y rentabilidad. Es decir, en la mayoría de los ayuntamientos de Galicia, y en concreto los de menos de 3.000 habitantes. O lo que es lo mismo, en la siempre penalizada, mancillada, obviada, y despreciada Galicia rural, con mi provincia, Ourense, a la cabeza de este nuevo despropósito.

Unas entidades financieras que pretenden asentar una banca virtual online, y como mucho reconvertirla a cajeros automáticos en el 35% de los ayuntamientos gallegos. Todo ello, con efectos devastadores para buena parte de la población gallega, la de mayor edad, con dificultades de manejo y movilidad para gestiones tan sencillas como el pago de recibos no domiciliados o el cobro de sus prestaciones y pensiones.

Me explico, para quienes alberguen dudas: Desde el 2008, los bancos han despedido a 91.119 personas en España, y han cerrado 20.169 oficinas, el 43,8% de las que permanecían abiertas. 

Así, en nuestra Galicia, en la última absorción bancaria protagonizada por el banco Santander, comprobamos como mientras el desaparecido banco Pastor aportó a dicha operación 229 sucursales con las que contaba en Galicia, a las que el Popular añadió 162, conformó una red de 391 oficinas cuando se materializó la operación en 2012. Pues bien, a día de hoy el Santander, tiene únicamente solo 268 oficinas (incluyendo las que tenía suyas en aquel momento, más las 391 adquiridas), de las cuales se puede decir que quedarán no más de 180 oficinas en Galicia después del anunciado cierre de sucursales y despidos. Lo cual, me lleva a plantear que si en Galicia, según el Banco de España, ya hay 41 ayuntamientos que no cuentan con oficinas, ni ningún sistema para acceder a servicios tan simples como sacar o ingresar dinero, actualizar los apuntes o pagar recibos, pues después de estos cierres, y de la anunciada fusión de los bancos BBVA y Sabadell, (con 252 sucursales abiertas entre las dos entidades que se quedarían en unas 150 después de la fusión) pues el número de Concellos sin oficinas bancarias en nuestra comunidad, ascenderá como mínimo a 75 ayuntamientos sin entidades financieras físicas, de las cuales la práctica totalidad se corresponderán a la Galicia vaciada rural.

Según un análisis del Banco de España sobre el cierre de oficinas y el acceso de la población al efectivo, la reducción del número de sucursales bancarias “no lleva a la exclusión financiera de una parte de la población, ya que existen vías alternativas para el acceso a los servicios bancarios como son, por ejemplo, el uso de la banca electrónica”. Bueno, pues aquí le diría al Banco de España y las entidades financieras que aún quedan en esta desértica Galicia vaciada, que una parte importante de nuestra población no tiene acceso a internet, o su acceso es deficiente. Y que una buena parte de la población más mayor, no consigue defender correctamente sus intereses en la banca online. Pero no acaba ahí el asunto y la brutal discriminación, ya que esas mismas personas que cobraban en sus municipios sus pensiones y salarios, contribuían a dinamizar la economía local de su entorno al consumir en el comercio multisectorial de su localidad de origen, por mucha banca móvil que nos digan que van poner. 

En definitiva, esos mismos bancos que nos abrasan a comisiones, y ya nos cobran hasta por quitar nuestro propio dinero, están siendo uno de los principales responsables de que la Galicia vaciada lo sea ya del todo.

Pero... ¡qué bien lo hacen, y que eficientes son nuestros políticos!  Esos mismos que cobran dietas, desplazamientos y alojamientos, -con los dineros de nuestros impuestos-, aunque lleven meses en sus casas "teletrabajando".

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