El mercado del tútbol

Las ventas superan los 150 millones

Stanislav Lobotka fue, el pasado enero, la última venta del Celta. Se fue al Nápoles por 20 millones de euros.
photo_camera Stanislav Lobotka fue, el pasado enero, la última venta del Celta. Se fue al Nápoles por 20 millones de euros.
El Celta romperá este verano la tendencia de ingresos por jugadores, que se ha ido incrementando desde el ascenso
El Celta no cuenta con hacer este verano ninguna gran venta. Porque no parece disponer de ningún futbolista que resulte especialmente llamativo en el mercado y porque éste, además, se espera escaso en recursos, dada la situación de crisis financiera de buena parte de los equipos por la pandemia del coronavirus Covid-19. De no haber pues esa salida remunerada, se rompería la tendencia de los últimos años, un 'in crescendo' en una vía de beneficios que ha generado, desde el último ascenso del equipo a Primera allá por 2012, más de 150 millones de euros. Una cifra redonda que es parte del buen estado económico de la entidad, que le permite afrontar el actual momento con liquidez y, consecuentemente, tranquilidad.
La principal fuente de ingresos del Celta, como del resto de clubes, es sin duda los derechos de televisión. Pero, por detrás, ninguna otra se acerca a lo generado por la venta de futbolistas. Un negocio que se ha multiplicado especialmente en el último lustro, aunque el pionero fue, como en tantas otras cosas, Iago Aspas. Su salida al Liverpool en verano de 2013 a cambio de más de 10 millones de euros abrió el camino, aunque el ritmo se incrementó poco a poco, hasta el punto de que en 2014 no hubo una salida de este tipo.
Ya en 2015, el inesperado adiós de Santi Mina al Valencia dio 10 millones a las arcas celestes. Esta operación, unida a las más modestas de Yoel (2 al Valencia), Larrivey (2 al Baniyas) y Charles (0,5 al Málaga) marcó el verdadero arranque de la tendencia y ya no hubo verano que bajase de cerca de 15 millones de beneficios. En 2016 rompió la banca la salida de Manuel Agudo 'Nolito' al Manchester City por 18 millones, convirtiéndose entonces en la venta más alta de la historia del club. Además, ese enero el Atlético de Madrid había aportado 4 millones por Augusto Fernández.
En 2017 no estaba previsto un gran ingreso, pero de nuevo el mercado sorprendió con los 10 millones del Olympique de Lyon por el canterano Pape Cheikh. Con el dinero recibido por Fabián Orellana del Valencia (3) y lo que había dado el Genk en enero por Naranjo (1,8), se rozaron los 15 millones.
Con todo, el verdadero volumen de ingresos por venta de jugadores se dio en las dos últimas temporada, rozando entre las dos los 70 millones de euros. En 2018 fue todo muy repartido, ya que se vendieron nada menos que ocho jugadores. El tope lo marcaron los 10 millones del Espanyol por Borja Iglesias, pero también hubo buenos picos de otros equipos: 7 millones del Atlético por Jonny Castro; 6 del Valencia por Daniel Wass; 4,5 del Sevilla por Sergi Gómez; 4 millones del Alavés por John Guidetti; 1,6 del Zulte Waregen por Theo Bongonda; 1,4 de Independiente por Pablo 'Tucu' Hernández; y 0,3 de la UD Las Palmas por Álvaro Lemos. Fueron 34,8 millones que supusieron una gran inyección en las cuentas.
Muy cerca de esa cantidad se quedó el pasado verano, pese a que el número de jugadores fue justo la mitad, cuatro. Y dos de ellos se movieron en cantidades casi irrisorias para estos lares: 0,25 por Facundo Roncaglia de Osasuna y 0,5 del Oostende por Andrew Hjulsager. No estuvieron mal los 3,8 del Brentford por Mathias Jensen. Pero lo realmente trascendente de ese mes de julio de 2019 fue la operación entre Celta y Valencia que dio con los huesos de Maxi Gómez en el conjunto che y con los de Santi Mina de regreso en Vigo y los de Jorge Sáenz cedido en el conjunto celeste por dos campañas. La cifra que se recibió fue de 14,5 millones, pero teniendo en cuenta la contrapartida, la venta se estipula en unos 30. Cifra récord para un verano, de nuevo, de más de 34 millones.
El colofón perfecto a esta tendencia en ventas se produjo el pasado mes de enero con la de Stanislav Lobotka al Nápoles a cambio de 20 millones. Precisamente, esa operación permite al club afrontar con tranquilidad presupuestaria estos meses complicados y encarar un mercado que se intuye mucho menos provechoso. La tendencia alcista en las ventas se rompe.n

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