Cartas al director

Los fantasmas del pasado que hoy pretenden resucitar

 Vuelven a reaparecer con el aval de una izquierda desnortada y sin patria, carente de argumentos creíbles, para adaptarse a los nuevos tiempos que hoy nos acosan y tocan vivir. Ellos viven anclados en su triste y desafortunado pasado. Su meta a conseguir es llevarnos a su huerto extravagante del Frente Popular, que intentan revivir e imponernos nuevamente. A pesar de su fracaso, dónde sacrificios y trabajo intentan sustituirlos por su ideología afín y caduca, salpicada de odio y resentimiento, lo que avalan con dádivas de dudosa procedencia, para fomentar una sociedad dependiente, sumisa y olvidadiza de sus fracasos estrepitosos, donde la holgazanería subsidiada es su venta de humo y fracaso. Intentan que el trabajo y sacrificios, que nuestros padres nos enseñaron conjuntamente con valores y principios, para alcanzar el progreso en libertad, sean laminados y abolidos. Tal vez y sin exagerar sea este el camino  escogido por quienes hoy nos gobiernan conjuntamente con sus compinches y bandas mafiosas para el oscuro viaje a ningures.
Son tantos y variados los desprecios y acosos a nuestra transición democrática del año 78, que vale la pena enumerar algunos y recordar oportunamente otros. Quienes fingiendo acatamiento y conformidad con nuestra transición se dedicaron los últimos años a conspirar solos o conjuntamente con los separatistas catalanes, vascos y gallegos contaron con el silencio cómplice de una derecha acomplejad y sumisa. Hoy estamos pagando las consecuencias del todo vale para secuestrar conciencias y acabar con el estado de derecho. Las cesiones y cobardías vividas en el Gobierno Rajoy, las estamos pagando por capítulos, cada uno mas tenebroso  y retumba en la mente ciudadana, todo lo sucedido con 184 diputados, mas que suficiente para derogar aquellas perniciosas leyes de Zapatero. No se hizo y como una espada de Damocles, ya pendula hoy sobre la derecha. Lo triste y sorprendente es el empeño de ciertos líderes del PP en seguir ese tortuoso camino, de concubinato obsceno con nuestros verdugos. Lo observamos hoy en Galicia con el caso Meirás, y mientras tanto, sus socios circunstanciales atacando a la familia, Corona y Cuerpos y Fuerzas de Seguridad donde incluyen la sumisión de la justicia, la que pretenden sustituir por sus tribunales populares, que funcionan en sus centros mediáticos televisivos con sus ataques desproporcionados a la columna vertebral de nuestra democracia.