Elecciones portuguesas

Valença, entre la esperanza y el cansancio con la clase política

Un vecino de Valença, ayer, emitiendo su voto en el colegio de Muralhas do Minho.
photo_camera Un vecino de Valença, ayer, emitiendo su voto en el colegio de Muralhas do Minho.
El municipio luso esperaba romper con su abstención histórica en unos comicios donde se decidía el futuro Gobierno del país vecino

A la localidad de Valença, al otro lado de la frontera con Tui, le costaba ayer arrancar su ritmo de mañana de domingo de café con ‘pão quente’ en las terrazas, en un día gris que abrió con la amenaza de lluvia que no se cumplió. Con este panorama, que no animaba a acudir a las urnas, las cuatro mesas electorales instaladas en el salón de actos de la Escola Básica e Secundária de Muralhas do Minho, apocos metros del Puente Internacional, abrían a las 8 h y no se cerrarían hasta las 19 h.

La abstención, precisamente, era el primer hándicap a superar en las elecciones legislativas celebradas este 10 de marzo en Portugal, tradicionalmente alta y que en el caso de Valença llegó a ser del 55% en 2022, según los datos aportados por Miguel Conde, el técnico de la Junta de Freguesía de Valença, Cristelo Covo y Arão desplazado al colegio electoral por el Ayuntamiento.

Estos comicios se producen solo dos años después de formarse el último Gobierno, tras la dimisión del primer ministro, el socialista António Costa, al verse envuelto en un caso de corrupción. El adelanto electoral hizo que esta convocatoria se celebrase un día después de que Portugal eligiese a su representante para Eurovisión y a pocas semanas de la conmemoración de la Revolución del 25 de Abril y la llegada de la democracia. Pero ambos hechos nada importaban ayer a los electores, que se movían entre el deseo de nuevo gobierno mejor y el cansancio con la clase política. “Es una jornada de esperanza”, señalaba Herinque Gomes, apreciación con la que no concordaba por su esposa, María Lourdes Gomes: “Para mí, son más de lo mismo”, recalcaba.

Momento de mayor afluencia.
Momento de mayor afluencia.

Ambas opiniones son un ejemplo del ambiente político que se vive en el país vecino, donde todos los analistas hablaban ya de un cambio de ciclo, con un posible escenario abierto a pactos. Por una parte, el socialista Pedro Nuno Santos (PS) con el que el Bloco de izquierdas de Mariana Mortágua aspiraba a ser llave. Por otra, el socialdemócrata Luis Montenegro (PSD), que ha unido su causa a otras fuerzas de centro y liberales y que podría verse obligado a negociar con la ultraderechista Chega de André Ventura.

Las elecciones de Portugal tienen una gran importancia para Galicia, especialmente para el área de Vigo, ya que por su frontera se mueven diariamente 9.000 trabajadores transfronterizos (7.000 gallegos y 2.000 lusos), y en un territorio, la Eurorregión, con más de 6 millones de habitantes, para el que son vitales cuestiones como las relaciones empresariales y las conexiones ferroviarias con el AVE con Oporto, cuya viabilidad dependerá del nuevo gobierno luso.

Para los electores de Valença, las preocupaciones son otras, dependiendo del rango de edad. “Las prioridades son la salud, porque hay un déficit importante de médicos; la justicia, porque los casos de corrupción que se investigan después quedan en nada, y la enseñanza, con una falta general de profesores que arrastramos desde la crisis de la Troika”, esta vez sí, coincidía el matrimonio Gomes. “La falta de oportunidades para los jóvenes, que nos hemos formado y nos vemos obligados, en muchos casos, a tener que emigrar para encontrar mejores oportunidades”, añadía Catia Cardoso, una joven de 33 años. Luis Palhares, otro vecino que ayer se desplazó hasta el complejo de Muralhas do Minho, aprobaba la labor realizada por António Costa y deseó un nuevo gobierno de “estabilidad”, que ahondase “en la parte social y económica”. 

A media mañana, esta freguesía (parroquia) registraba una animada afluencia. “Parece que hay más que en otras elecciones", señalaban los miembros de una mesa. Aquí, el elector deja su carné y se le entrega una única papeleta, en donde deberá marcar la casilla del partido elegido.  “Son unas elecciones muy especiales”, insistían.

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