VIGO

Negocios de toda la vida y referentes en la ciudad

Mausi Saldaña con una de sus empleadas en la tienda de Progreso.
photo_camera Mausi Saldaña con una de sus empleadas en la tienda de Progreso.

Numerosos comercios resisten a la crisis con la idea de mantener el negocio familiar a base de fidelizar a la clientela con   un buen servicio y producto de  calidad

¿Quién no ha ido alguna vez a comprar botones a Saldaña o artículos de broma a Porras? En la ciudad hay numerosos negocios familiares con muchos años de historia que se han convertido en referentes en sus sectores y que han logrado capear el temporal económico de los últimos siete años. Sus propietarios coinciden en señalar que las ganas de trabajar, un buen producto y servicio y adaptarse a lo que la clientela demanda es clave para que el negocio funcione. Todos hablan del binomio cliente-amigo, ese que se fragua durante años de contacto directo y que permite que negocios como La Camelia (floristería), Iturmendi (ferretería), Minguela (barbería), Porras (papelería), Ribadas (cuchillería), Royal Atlántico (cafetería) o Saldaña (mercería) sigan en pie con segundas generaciones al frente o a punto de coger el timón del negocio.

Mercería Saldaña. fundada hace 63 años
“ahora compran las nietas y biznietas de las clientas de siempre”

Es uno de los comercios emblemáticos de la ciudad. Saldaña, esa mercería a la que quien más y quien menos ha ido a comprar algo o a buscar ideas. "Tenemos clientas de toda la vida que ya son amigas y ahora vienen las nietas y biznietas y me hace mucha ilusión porque si seguimos en pie es gracias a ellas", dice Mausi Saldaña, la dueña actual del negocio que fundaron hace 63 años sus padres Luis Saldaña y María Hermitas Tizón. "Nació como una una juguetería, derivó a un bazar y se convirtió en una mercería porque en aquella época había muchas modistas", explica. Y así evolucionó hasta lo que es hoy: una cadena con cuatro tiendas en Vigo (Progreso, Teis, Calvario y Traviesas) y una en Pontevedra donde todo está perfectamente ordenado pese a que a la gente le cueste creer que puedan encontrar botones. "Tenemos miles de referencias de muchísimos artículos y esa diversidad es, quizás, parte de nuestro éxito". Lo de éxito lo dice Mausi con la boca pequeña, mostrándose comedida y se emociona cuando ve entrar a una de sus clientas "de toda la vida, una gran amiga", dice.
Lo último en incorporar a su cartera de productos fue una línea de tocados y ahora, en verano, lo más demandado son los adornos de fantasía para eventos como bodas, mientras que en invierno lanas y medias para bebé es lo más solicitado por la clientela de Vigo y todo su área que saben que en Saldaña "puede encontrar casi de todo", reconoce su dueña.

Cuchillería Ribadas. 1982
“afilar cuchillos no es fácil”

José Álvarez es un experto afilador que fundó la Cuchillería Ribadas, en Velázquez Moreno, hace más de 30 años y recientemente dejó el negocio en manos de su hija Loli. "Me gusta que ella siguiera y no haber tenido que cerrar el negocio que tanto nos costó". Él y su mujer Carmen lo pusieron en marcha tras volver de la emigración, corrían los años 80 "había crisis y la necesidad me obligó a buscarme la vida y me metí en esto", cuenta mientras atiende a un cliente "de toda la vida" que llega con varios cuchillos para su restaurante. José ya está retirado, pero se deja caer por el negocio "para controlar" -bromea- y para enseñar a Álex, un joven de la familia que se encargará a partir de ahora de afilar cuchillos, tijeras de peluquería, sierras, alicates o cuchillas de podar. "No es fácil hacerlo, tiene su aquél y a mí me enseñó un señor hace 40 años que me daba clases en la calle Lepanto". 
Su hija Loli es la que se encarga ahora de arreglar paraguas, trabajo que antes hacía su madre. "Me gusta y no hay mucha gente que lo sepa hacer bien", dice la joven mientras muestra los artículos de menaje que también venden porque los negocios históricos "también evolucionan".

Floristería La Camelia. 36 años
“la rosa roja es el producto estrella”

Se respira una mezcla de frescor, verde y fruta al entrar en La Camelia, una de las floristerías referentes de la ciudad que fue fundada en 1978 por los hermanos Manuel y Aquilino Rosario. La primera tienda que abrieron fue en Ronda de Don Bosco, en 2004 sumaron otra en Pizarro y en 2009 un punto de venta en El Corte Inglés. "No tenemos queja, las ventas evidentemente cayeron y ahora la gente compra productos de precios inferiores y se decanta por detalles pequeños, pero seguimos teniendo clientela fiel y ofreciendo una gran diversidad de producto de calidad", indica Manuel mientras prepara un ramo de rosas. "Es el producto estrella, sobre todo la roja pero también todas sus variantes de colores. Lirios y margaritas también son muy demandados", dice. El empresario recuerda bien los inicios de este negocio, cuando "no había mucha flor porque se recibían en tren desde Barcelona" y ahora la importa sobre todo de Holanda, Colombia y Ecuador. 
Su mujer Digna también trabaja en la floristería y su sobrina Elvira, que en 2004 participó en la decoración de la boda de Don Felipe y Doña Letizia, entonces Príncipes de España.

Papelería Porras. fundada en 1820
“Los faroles chinos voladores son la sensación”

Carnavales en Porras, Navidades en Porras y si hay un evento especial también se va a Porras. La mítica papelería de Ronda de Don Bosco -primero estuvo en Areal y en Eduardo Iglesias- surte incontables artículos de fiesta y decoración entre los que ahora despuntan los faroles chinos voladores. "Son la sensación, hace dos años que los vendemos y se demandan mucho para bodas, la noche de San Juan y en Fin de Año", dice Javier Gómez González-Porras, que lleva 25 años al frente del negocio que heredó de su padre. 
La empresa fue fundada hace casi 200 años, en 1820, en Coruña como fabricante de cartuchos a mano de papel que se empleaban para pesar harina y azúcar. Con el paso del tiempo fue evolucionando y hoy es el único establecimiento en Vigo con autorización legal para la venta de artículos pirotécnicos para fiestas particulares. "El boca a boca funciona mucho y tener clientes fijos ayuda, las ventas cayeron pero en cuanto mejore la economía arrancaremos todos porque es una cadena", señala.

Cafetería Royal Atlántico. 1988
“les luthiers son clientes”

Junto al Teatro García Barbón está la cafetería Royal Atlántico, donde su dueño presume de servir "los mejores chocolates con churros" y de haber servido cafés en estos 25 años a pintores como Laxeiro y artistas como Les Luthiers que "siempre que actúan en Vigo vienen aquí, son clientes y también tenemos mucha gente joven que va a la biblioteca y los fijos de siempre", dice José Estévez.
El empresario emigró de Ponteareas a Estoril con 13 años y a los 18 montó un restaurante en el país vecino del que regresó 20 años después. "Un día pasé por aquí (Policarpo Sanz) y vi esta cafetería que llevaba apenas un año abierta y me enamoré de ella por su ubicación, al lado del teatro, el ambiente que se respiraba dentro y esa loza tan bonita que tenía y que seguimos manteniendo aunque renovada", cuenta. Y así fue como en 1989, con un dinero que tenía ahorrado, compró este negocio manteniendo su nombre, Royal Atlántico.
Junto a él trabajan otras dos personas, entre ellas su hijo Roberto Carlos. "Me gustaría que siguiera cuando tenga que dejarlo, aunque de momento no me lo planteo porque no estoy cansado, soy muy feliz aquí y estoy enamorado de mi trabajo".

Ferretería Iturmendi. 1945
“tenemos más de 30.000 referencias de productos”

La ferretería Iturmendi, situada en la calle Progreso, es un clásico del sector en Vigo porque en ella se puede encontar casi todo. "Tenemos más de 30.000 referencias distintas de productos. Un servicio bueno y tener surtido para atender la demanda de la clientela es clave para que el negocio funcione", explica su dueño José Marcial Alonso Hermida.
Iturmendi fue fundada en 1945 por dos socios, Guillermo Mendía Parga y Rafael Iturbe Sanz, y su actual propietario lleva 51 años trabajando en la empresa y hace dos décadas que tomó las riendas del negocio. "Uno de mis hijos trabaja aquí también y me gustaría que cogiera el relevo dentro de unos años", señala el empresario, que no descarta la idea de tener que apostar por la venta on-line. "A lo mejor en un futuro es necesario pero este negocio lo veo diferente porque muchos clientes acuden a nosotros con problemas que solucionamos in situ", explica.

Barbería Minguela. 1939
“aprendí de mi padre a cortar la barba”

La barbería Minguela es un clásico en Vigo. Fundada hace 75 años por Juan Bautista Minguela, hoy en día sigue manteniendo la misma esencia pero adaptándose a los tiempos actuales. "Es una barbería de caballeros exclusivamente y el perfil de cliente se fue rejuveneciendo con el paso de los años", indica Alberto Vázquez, que regenta desde 2008 el negocio que heredó de su padre. 
Vázquez y sus dos empleados reciben a diario a numerosos clientes "de muchas edades y perfiles y algunos que son de toda la vida. Hay gente que es de Vigo pero que en estos momentos está viviendo fuera y que cuando regresa a la ciudad acude a nosotros", señala Vázquez. 
 Su privilegiada ubicación, en la céntrica calle Carral, le permite atraer a los cruceristas que en esta época desembarcan en el puerto. "Estar en pleno corazón de la ciudad ayuda, claro, y ofrecer un buen servicio", indica el empresario, que heredó el arte de arreglar la barba de su padre. "Aprendí de él, no es fácil, requiere mucha precisión".

Te puede interesar