La nueva propuesta sobre la Panificadora, edificio cerrado desde hace 40 años, recuerda algunos de los lugares abandonados más llamativos de Vigo: fábricas, cines, iglesias y un largo etcétera del paisaje urbano
nnn Desde el Concello de Vigo se propondrá a Zona Franca una actuación conjunta para comprar la Panificadora y convertir el edificio en un centro social, cultural, de oficinas y servicios. La idea se estudiará por el consorcio pero no será fácil de desarrollar por su complejidad urbanística. La Panificadora, obra de Gómez Román, lleva 40 años cerrada y en este tiempo ha habido varios proyectos, todos fracasados, como edificios de viviendas o un nuevo consistorio. Los silos están protegidos y no pueden demoler.
GEA acabó su actividad a principios de los noventa, cuando se planteó su traslado a Cotogrande. Luego tuvo varios dueños y finalmente el horno se apagó y el edifico quedó vacío. Se planteó en el PGOM 2008 una urbanización, que con la crisis quedó descartada.
Hace unos 21 años que echó el cierre el Cine Vigo, una de las grandes salas de entonces. La empresa Fraga fue clausurando espacios y el Vigo fue uno de los últimos. Hubo varias propuestas de compra y al menos dos incendios que destruyeron el interior.
Igual situación pasa con Barrio do Cura, proyecto urbanístico aprobado y que llegó a tener financiación, pero que se ha quedado paralizado al decaer el PGOM. Todas las edificaciones están en ruina en pleno centro, la mayoría "okupadas" de forma permanente. También se suceden los incendios.
Otro plan que decayó, que pilotaba Zona Franca, era la urbanización de Guixar en torno a los terrenos de Campsa, hoy CLH. Los depósitos e instalaciones, sin uso desde hace más de 20 años, sirven de almacén para contenedores.
En el entorno de Beiramar hay una sucesión de naves abandonadas, como Frigoríficos Vigo, que se planteó para hacer "lofts", aparcamientos modernos. Un poco más lejos se encuentra La Artística, una fábrica que fue de a y abandonado, pero con cierta protección. Recientemente fue vaciada tras un incendio Se incluye dentro de un ámbito a desarrollar, que tampoco ha ido adelante.
El último edificio abandonado es la que fue la gran conservera Alfageme, que cerró sus puertas hace menos de una década. Propiedad de Abanca, Pastor y Popular por 11 millones en una subasta judicial, la instalación todavía se encuentra en buen estadon
La chimenea de la antigua Panificadora se ha ido cayendo durante este tiempo y apenas queda una pequeña parte.
El Grupo de Empresas Álvarez tenía en Cabral la sede central de un auténtico emporio internacional. Hoy, una sombra.
Desde la puerta, enrejada, todavía se puede ver la taquilla de entrada al Cine Vigo por López de Neira.
La iglesia del Asilo es quizá la parte más conocida del Barrio do Cura. Poco queda del templo, muy visitado hoy por okupas.
Otra factoría que fue clave: fabricaba hojalata para conservas, donde marcaba el nombre de Vigo en todo el mundo.
Campsa se mudó al Meixoeiro y dejó su huella en Guixar, con los altos muros y callejones, todavía hoy visibles.
Las naves de Jacinto Benavente son el mejor símbolo de un negocio en declive. Una tras otra fueron abandonadas.
Alfageme cerró en 2007 y el tiempo se detuvo en su interior, donde quedaron cosas sin recoger y oficinas abiertas.
