Jugueterías

Las jugueterías resisten en Vigo más pequeñas y especializadas

Din y Don es la única juguetería de gran tamaño que queda en Vigo.
photo_camera Din y Don es la única juguetería de gran tamaño que queda en Vigo.
Apenas queda una tienda de juguetes de gran tamaño en la ciudad y el resto se reinventa con alternativas a las pantallas de carácter pedagógico y sostenible

Las jugueterías como tiendas de gran superficie en las que los niños pueden elegir entre cientos y cientos de juguetes ya no existen en Vigo. El cierre de Toys'R'Us en Jacinto Benavente y, más recientemente, de Centroxogo en Urzáiz ha reducido las alternativas para comprar este tipo de productos a varios establecimientos de menor tamaño y con una mayor especialización, vendiendo juguetes de corte mucho menos comercial. 

Din y Don, ubicada en María Berdiales, es la única gran tienda de juguetes que resiste en la ciudad. Su encargada, Tania, explica a este periódico que el sector pasa por momentos “bastante difíciles”, sobre todo desde hace varios años, con una gran subida de precios: “Desde la crisis del covid lo hemos notado mucho”, matiza. 

Una de las razones por las que las grandes jugueterías se vieron abocadas al cierre es la fiera competencia del comercio digital liderada por Amazon, con cuyos precios es “imposible competir”, sobre todo en lo que se refiere a los juguetes de corte más comercial, como relata Andrea, dueña de Mini Monstros, un establecimiento de Navia especializado en juegos de carácter didáctico y familiar. Tania, de Din y Don, lo refrenda y añade: “Nosotros al final también terminamos vendiendo en Amazon, es un poco la pescadilla que se muerde la cola”. “Afortunadamente, el período navideño sigue tirando mucho de las ventas”, apunta.

Así, las tiendas de juguetes que resisten lo hacen porque se han reinventado y amoldado a nuevas necesidades por parte de las familias, como cuenta Marta, dueña de Patapum, un establecimiento en el corazón de As Travesas que se especializa en juguetes sin pilas, manipulativos, sin diferencia de género y que fomentan una crianza respetuosa. “Los padres cada vez se interesan más en este tipo de juguetes”, afirma. En la misma dirección apunta Andrea, de Mini Monstros, quien indica que “las familias y los centros educativos preguntan por juegos de mesa como alternativa a las pantallas”.  Así, cada vez son más los niños que piden a sus padres los juguetes que los docentes incorporan a la enseñanza para despertar su curiosidad: “Son, sobre todo, juegos de lógica u otros de corte más lúdico que desarrollan las habilidades sociales”, señala.

Al igual que los juguetes comerciales, estos también han subido bastante de precio, como explica Marta desde Patapum, pero el tirón que los juguetes pedagógicos han experimentado trae cada vez más clientela a tiendas como esta y Mini Monstros.

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