Tapias había recaído de una enfermedad que finalmente no ha podido superar. Vinculado con el Náutico, estuvo en varias directivas en el ámbito económico. Llegó a la presidencia del club tras la marcha de Justo González Ballesta, quien se vio obligado a renunciar por problemas familiares graves. En este tiempo al frente de la entidad deportiva viguesa puso como prioridad poner al día las cuentas del club, lo que suponía afrontar el concurso de acreedores al que se vio abocado el Náutico.
El proceso estaba a punto de resolverse, e incluso había una fecha para el visto bueno final. Martínez Bosch, expresidente del Liceo, anotaba ayer que se trataba de "una excelente persona".
En una de sus últimas declaraciones a este diario, Rafael Tapias confesaba que el Náutico tenía que tomar un nuevo rumbo una vez hubiera aprobado el convenio de pago con los acreedores y lamentaba que no hubiera sido posible alcanzar una fusión con el Círculo Mercantil, que él mismo respaldó porque veía complementaria para ambas agrupaciones deportivas. “Tuvimos reuniones con directivas del Mercantil de cara a un acuerdo pero no fue posible. Quedó el asunto encima de la mesa y hasta hoy”, aseguraba.
