El alcalde de Vigo, Abel Caballero, recordó ayer al iniciarse las obras de la estación de Thom Mayne que la infraestructura inicial prevista provocaba “una zanja inmensa en la ciudad” y que gracias a la apoyo del ministro José Blanco “hicimos la corrección”. Caballero también quiso reconocer el trabajo del anterior presidente de Adif Juan Bravo y se refirió al presidente de la Xunta señalando “este día marca hito en la historia de Vigo” y que “dentro de dos años inauguraremos una obra colosal y extraordinaria” dijo Caballero, para añadir que “hoy es un día especial e importante”.
Subrayó que se trata de "un edificio que va a generar un espacio urbano singular", con un diseño de Thom Mayne que es "una genialidad, un barco atracado a Vía Norte", recordó.
El regidor repasó las vicisitudes de este proyecto desde que, en 2007 se tuvo que "corregir" la intención de que el AVE llegara a la ciudad en una "gran zanja". Posteriormente, se encargó el diseño al arquitecto y premio Pritzker y se iniciaron los trámites para la licitación pero, "cuando estaba todo en marcha, cambió el Gobierno, llegó la crisis, y esto se quedó parado hasta 2018".
Abel Caballero aseguró que "estamos rehaciendo una de las zonas mal entendidas y maltratadas de la ciudad" y recordó que él era "ministro del Gobierno de España cuando se tiró el Scalextric" y ahora se derribará el último vestigio, que es el paso elevado sobre Alfonso XIII.
Recordó que un ascensor unirá García Barbón con la estación y aseguró que ahora queda otro proyecto para la ciudad: "el AVE directo a Madrid por Cerdedo, que ya está desatascado", concluyó.