Exalumnos recuerdan sobre todo la buena convivencia y el entusiasmo por aprender que vivieron en las aulas del Rosalía Castro.

“Un ambiente muy familiar, de respeto mutuo, y mucho inglés”

Las instalaciones del colegio Rosalía de Castro están en Bembrive.
Políticos, empresarios, periodistas y deportistas pasaron por este centro del que guardan buenos recuerdos.
Cientos de vigueses sienten como propio el colegio Rosalía de Castro porque ellos o sus hijos y nietos han pasado por sus aulas, desde la campeona olímpica Susana Rodríguez al presentador de Deportes de Cuatro Luis García, el cantante Iván Ferreiro, los hijos del pintor Xavier Pousa, la soprano Begoña Estévez y conocidos empresarios de la ciudad. También hay exalumnos en el mundo de la política, como la concejala del PP Teresa Egerique. La mayoría coinciden en destacar el ambiente familiar y cercano que existía en el centro y el dominio del inglés.

Teresa Egerique entró a los tres años en 1979 y pasó allí toda su etapa escolar. “Fui de la segunda promoción de COU, se acababa de implantar. Yo agradezco el esfuerzo de mis padres por elegir este colegio, que era mixto y muy plural, yo era amiga de Cibrán Beiras Cunqueiro aunque pueda sorprender, y era un colegio en el que se hablaba castellano, gallego e inglés indistintamente”. La actual concejala recuerda que había debates en clase y que se celebraban muchas actividades culturales, de teatro, de lectura. “No había aulas A y B, tenían nombre como Castelao o Neira Vilas y los alumnos sabíamos mucho del autor que nos tocaba”. De Antía Cal recuerda que se paseaba por el colegio a diario, aula por aula y que “nos contagiaba el entusiasmo por aprender y esa idea del respeto mutuo, parte de mi personalidad se debe al espíritu del Rosalía Castro”.

Otro exalumno Ismael Alonso, de 24 años, estudió la carrera de Filología Inglesa y hoy sigue con un máster relacionado precisamente por el entusiasmo que tuvo desde la infancia por los idiomas. “El Rosalía Castro iba por delante del resto, desde los tres años las clases eran bilingües y con profesores nativos”. Destaca asimismo el ambiente de libertad, la buena relación entre profesores y alumnos dentro y fuera del aula y el respeto.

El empresario Daniel Fernández, que es hijo de Salvador Fernández Alvariño, dice que el colegio era como “una familia grande” y con un elevado nivel de inglés. En su caso, el vínculo sigue porque participa en la liga de fútbol que organiza un profesor en el pabellón del colegio, que cuenta con una docena de equipos de exalumnos, de miembros del colegio e incluso de padres. Ayer tenía partido. n

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